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Lady Kim Hanam

Hanam volvía a ser mi inicio, una de las razones por las que seguía aquí. Había valido la pena.

Volvería a valer la pena incluso si tuviera solo tres segundos para abrazarla.

— ¿No crees que ha durado mucho ese abrazo?

Una voz nos interrumpió y yo la deja ir para ver al intruso.

— Jungkook. — alguien le regaño entre dientes.

— ¿Qué haces aquí? — sequé mis lagrimas con el dorso de mi mano y vi con molestia al hombre alto, ahora su cabello no tenía las puntas en colores. — tienes todo un bosque, largo.

— Woah, woah, ¿se conocen?

Yo aún tenía un brazo sobre los hombros de Hanam, pero ella se alejó un poco más para ver entre los dos.

Una luz de confesión en sus pupilas.

— ¿Conoces a este imbécil?

— Jungkook, mi nombre es Jungkook. — se cruzó de brazos, pero no me veía a mí, ahora tenía su vista de ciervo en Hanam. — Hanie, ¿estas bien? ¿quieres un poco de agua? Será mejor buscar un lugar donde sentarte.

— ¿Tu lo sabías? ¿Iseul unnie y tú lo planearon todo? ¡Pero que tonta soy! ¡Debí sospechar! — la mano de Hanam tembló para cubrir su boca sorprendida.

No me había dado cuenta, que Iseul estaba a un lado de Jungkook viéndonos fijamente sin decir nada. Su respirar era calmado y unos rayos de sol iluminaban su rostro.

— Que se encontraran después de caerte no fue planeado, espero no haya sido nada grave. — Iseul le sonrió con cariño.

— ¿Co-conoces a Iseul? ¿Y a Jungkook? — mis preguntas eran una confesión profunda.

— Sí, tal vez tu y él se conocieron en otro momento de forma infortunada... pero entonces voy a presentarlos de nuevo. Taehyung, él es Jeon Jungkook, es mi pareja.

Todo encajó como un rompecabezas.

Ese chico que sufría en silencio el rapto de su amada, la reina de ese océano por la que la abuela de Iseul murió, el departamento destrozado por Jungkook y las veces que Iseul corrió a auxiliar la futura reina de Busan. Su coronación y el respeto con el que todos en Busan hablaban de su reina.

Mi hermana menor es la reina del océano de Busan.

— Yo... lamento mi falta de respeto el día en que nos conocimos, fui un imbécil y acepto que me llame imbécil un par de veces. De igual forma, es el hermano mayor de mi Hanie entonces voy asegurarme de mejorar ese rasgo tan molesto de mí. — se inclinó en noventa grados como un niño buscando aprobación.

— ¡¿Pero que mierda le hiciste a Hanam?!

Le di una bofetada que el esquivó en último momento y Hanam dejo salir un grito de sorpresa.

Iseul fue la única que permaneció en su lugar con una risa en sus labios sellados. Mi hermana se interpuso entre los dos defendiendo a su novio que era por mucho más alto que ella, el aun en shock cambio lugares para quedar delante y así ella rechisto por segundos.

— Creo que me lo merezco también, ¿pero no es mejor que discutamos esto con un trago en la mano?

— No tengo nada que discutir contigo, Hanam es muy joven para estar contigo en un lugar tan lejos... ¿cuándo paso? ¿Si quiera lo conoces bien? ¿Te ha obligado a algo? — Hanam solo movía su cabeza a todos lados como si quisiera explicarse con los ojos y yo deje salir un suspiro de resignación. — sé que ya eres una mujer y no debería hacer un alboroto, mucho menos cuando recién me conoces, pero- agh, me vas a contar todo y sin perder un detalle. ¡Este imbécil de aquí tendrá que separar el agua de la tierra para hacer que confié en el!