Capítulo 2

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3 de octubre de 2021, Oakland, California.
04:32am
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--Me alegro por tí, ahora gira el pomo, abre la puerta y vete. ¿Sabrás hacerlo?

Me lo quedé mirado como si quisiera arrancarle los huevos y ponérselos como corbata.

--Eres un imbécil. --escupí retrocediendo. --El Lunes ni siquiera pienses en buscarme.

Asintió con la cabeza sin dejar de mirarme con aquella superioridad y me fuí de aquel baño dando un portazo.
Alex me ha dicho millones de veces que Christian es un gilipollas de primer nivel, pero como buena Leo que soy, hasta que no me doy el tortazo yo misma no aprendo.

Por más veces que me adviertan.

En cuanto crucé aquel pasillo oscuro la música se metió en mis oídos y me agovié.
Me puse de puntillas intentando localizar aquel súper lazo rosa que Alex se puso en la cabeza para salir esta noche.

Me burlé de ella diciéndole que parecía el regalo de Navidad para una pija millonaria obsesionada con la purpurina, pero cuando la vi a lo lejos se lo agradecí mentalmente.
Apareció como un regalo en mitad de la pista rodeada de gente que la animaba para que continuara bailando.

Me hice paso entre la multitud que bailaba y me pregunté cuál es la necesidad de bailar tan cerca de los desconocidos.
Ni siquiera podía pasar de lo apretados que estaban entre todos.

--¡Alex! --la llamé a medida que me acercaba. --¡Roy! ¡Alex!

Los ojos de mi mejor amiga me encontraron y se acercó a mí de un solo paso, tirando de mi brazo y desencajándome de aquella multitud como si fuera un supositorio siendo expulsado de... ya saben donde.

--¿Tú no estabas foll...? --gritó, pero le tapé la boca antes de tiempo.

--No grites, no quiero que todo el mundo se entere de que tengo una vida sexualmente activa. --le dije mirándola con amenaza.

--No hables así, te pareces a tu madre. --dijo antes de beberse el último trago de su copa.

--Nos vamos, ya es tarde. --tomé su mano y comencé a tirar de ella.

--¿Ya? ¡Pero si ahora empieza lo bueno! --se quejó detrás de mí.

--Son casi las cinco de la mañana, mi padre me va a matar. Y a tí también. --avisé.

--Soy la hija favorita. --dijo tirando del lado contrario para frenar mis pasos, pero no me detuve.

--Soy hija única. --contesté.

--¡Mira! ¡Está sonando Dua Lipa!

Tiró tan fuerte de mí que me hizo girar con violencia y choqué con alguien.
Le tiré la copa a esa persona y me di cuenta de eso porque el cristal del vaso se partió cerca de mis piés, salpicándome.

Alcé la mirada y vi a Alex bailando "Love again" con los ojos cerrados, y de ella pasé mis ojos hacia la persona que me miraba con sorpresa y enfado.

--¡Perdón, perdón! --grité uniendo mis manos. --No ha sido mi culpa.

--Da igual, ya no tengo copa y tengo mucha sed. --dijo.

Me llevé la mano a la frente y cerré los ojos.

Acababa de discutir con Chris y me había mandado a la mierda, otra vez. Era muy tarde, mi amiga no quería irse y para colmo había una desconocida frente a mí planeando asesinarme.
Y tenía los pies pringosos.

--Mira, lo siento mucho. --dije metiendo la mano en mi bolso. --Te pago la copa y todo solucionado.

La rubia asintió y se cruzó de brazos, a la espera de sus billetes.

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