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||Week 4 » Jimmy Garoppolo||

La mirada del moreno se contrajo.

—No es tu asunto Kittle.

—Lo se, siempre lo repites. Pero ya estoy cansado de verte abatido todo el tiempo —el quarterback pensaba reprocharle pero el rubio se lo impidió—. Amigo, tal vez aun no es tarde.

—No voy a meterme en su relación. Ella es feliz con el beisbolista.

—Nunca te diste la oportunidad de saber si seria mas feliz contigo —se quedo de piedra al escucharlo—. Siempre decías que no estabas hecho para una relación. Que no querías herirla. Pero amigo, desde que Jess comenzó a salir con Kevin tu no sales con nadie. Ni siquiera volteas a mirar a una chica. Apenas y sabes que existen. ¿Eso no es prueba que podrías serle leal a ella? Lo eres aun sin tenerla.

Lo miro perplejo. Kittle tenia razón. Sin darse cuenta ya le era fiel a Jess aun sin estar con ella. La quería. Mucho. Y verla con alguien mas lo estaba destrozando día con día. Y lo que mas lo mataba era que nunca peleo por ella. Simplemente acepto la derrota dejándola ir con Kiermaier. Prácticamente él la empujo a sus brazos.

—Mierda Kittle —tomo su rostro con evidente frustración. Ahora se deba cuenta de muchas cosas.

—Hermano te digo esto porque los aprecio a ambos. Además, me acabo de enterar de algo —la mirada nerviosa de George solo lo alerto mas—. El otro día salí con Amelia la hermana mayor de Jess —un sonrojo apareció en sus mejillas—. Y ella me conto que tal parece que tiene pensado irse a vivir con Kiermaier a Tampa Bay.

—¡¿Que?!

—Me dijo que no le dijera nada a nadie, pues no es algo oficial. Pero por como lo ve ella, parece que Jess aceptara la oferta de Kevin.

El mundo de Garoppolo parecía derrumbarse poco a poco. La noticia era el ultimo clavo en su ataúd.

No podía dejar que aquello pasara. Debía luchar por la chica. Ya no se haría a un lado. No mas. Haría lo que estuviera en sus manos para evitar que se fuera. Pelearía aunque la posibilidad de ser rechazado fuera alta. Pero al menos ya no se rendiría sin intentarlo.

[···]

—¿Ya aceptaste?

—No Amelia. Aun lo sigo pensando, pero no te niego que la idea es muy tentadora.

La mayor asintió.

—¿Qué hay de tu trabajo?

—Esa es la razón que mas me detenía. Pero ayer hable con mi jefe, me dijo que podía darme base en donde viviera. No es necesario que este en San Francisco. Al parecer puedo hacer las ediciones de publicidad de los 49ers desde mi casa.

—¿Entonces...?

Jess se encogió de hombros.

—Solo es cuestión de decidirme. Tengo luz verde en todo.

Amelia la miro esperando encontrar en el rostro de su hermana la decisión final, pero era difícil de leer. Le dolería tenerla lejos si aceptaba, mas cuando estaba acostumbrada a verla diario, pero entendía que era su vida y aquello que decidiera seria para su felicidad.

Continuaron caminando por el estadio de los Gigantes, pues hoy se medirían ante las Rayas de Tampa Bay para el ultimo juego de Playoffs.

—¿Fuiste a ver a Kevin?

—Ya. Siempre lo hago antes y después del partido —llegaron a la barra pidiendo dos perros calientes y dos cervezas.

—Apenas vamos en la 6ta baja. Falta un rato para lo veas de nuevo —ambas tomaron sus pedidos—. Por cierto ¿Cómo se llama su amigo? El cátcher.