||Game 1 » Travis Kelce||

1.9K 84 13
                                    



Las Vegas Raiders vs Cincinnati



¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



•Ayuda• » 1st Down



—¡Vamos Kathe! Se hace tarde.

La voz de la chica se escuchaba ansiosa. Pronto darían las cinco y eso significaba que llegaría tarde al trabajo, por esa razón apuro aun mas a su amiga. Ambas corrían por las calles de Kansas. El carro de su mejor amiga Kathe se había descompuesto y el autobús las había dejado en la parada. Su día estaba siendo horrible.

—¡Ya voy! Maldita sea. Bonito día decidí traerme mis botas favoritas —la castaña solo escucho los lamentos de su amiga y apresuro el paso—. ¿Por que demonios no pedimos un taxi?

—Sabes que nos cobraría una millonada solo por llevarnos al estadio. Además ya falta poco.

—Eso me dijiste hace dos kilómetros.

—Y serán tres si no apresuras el paso.

Ambas chicas comenzaron a caminar aun mas rápido.

El Arrowhead Stadium se alzaba frente a ellas de forma gloriosa. Cualquier persona se impresionaría con su imponente tamaño, deteniéndose al menos unos segundos para admirarlo. En cambio ellas estaban mas que acostumbradas al inmenso inmueble. Después de todo trabajaban ahí.

Varios minutos y algunos tramos corridos después llegaron, pero a diferencia de los aficionados que ya comenzaban a instalarse en el estacionamiento, ellas caminaron lejos de la entrada. Fueron directo a las puertas de servicio, justo por donde los empleados ingresaban.

Mientras avanzaba por los pasillos, miro su reloj; 17:13. Habían llegado mas de diez minutos tarde, ahora lo único que esperaba era que su jefe no se diera cuenta.

Cuando llegaron a la cocina la sonrisa de Celia, la amable encargada, las recibió.

—Norman aun no se da cuenta que no están en mostrador —se refería a su jefe—. Paul las esta cubriendo, así que dense prisa.

Ambas se cambiaron rápidamente, alistándose para colocarse en su lugar de trabajo.

—Odio esto —dijo Kathe.

—No puede ser tan malo.

—Ganas no me faltan de renunciar, pero necesito pagar la universidad.

—Y sabes que yo no puedo renunciar —su amiga la miro con ternura y comprensión.

—Lo se.

Una vez listas, salieron al mostrador donde poca gente se acercaba. Aun faltaban tres horas para el partido. Ahí vieron a su compañero de trabajo Paul que atendía a una señora.

One Shots - NFL  | ESPAÑOL |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora