Calm, Kitty. (Diki)

Capitulo 17

Eran casi las diez de la noche, nueve treinta para ser exactos. Jimin como era costumbre antes de comenzar el "trabajo" estaba rodeado de las chicas bailarinas, se ayudaban entre si, a maquillarse, a elegir su vestuario de la noche o a acomodarse la ropa. Ese día en particular, Dami, la mujer que dirigía el lugar; se había tomado el tiempo de estar junto a las chicas y él.

Ella se mantuvo en silencio, observando y analizando lo que ocurría dentro del pequeño cuarto donde las bailarías y Jimin se preparaban para el espectáculo. Siempre con su semblante serio, casi amenazante, pero todos ahí, sabían que era solo la cara natural de la mujer, así era su mirada siempre, porque Dami, era en realidad muy habladora, se emocionaba muy fácil y además siempre buscaba apoyar a sus chicas y Jimin por supuesto.

Esa semana, Jimin asistió al club sin falta todos los días, cosa que a la mayoría le pareció extraño, pues usualmente él se presentaba a lo mucho dos veces por semana. Nadie menciono o pregunto nada, pero él sabia que al menos diez personas, morían por conocer el motivo. Él era reservado, entonces no dio explicaciones, pero tenia sospechas de que quizá, Dami conocía el tipo de relación que tenia con la mafia Min, y no dudaba que también supiera de la pequeña pelea que tuvo con el líder, aunque eso le importaba poco, porque Chanyeol se recuperaba rápido, y era lo que estaba esperando para largarse de una vez por todas.

Se iría, así como simplemente un día llego a manos de Bangtan; sin nada. Sin conocer realmente a Min Suga, con cero conocimientos de la mafia, mas confundido que nunca, y lo peor de todo, decepcionado de si mismo por no lograr sus objetivos.

En medio del olor a perfume de aquel lugar, rodeado de bailarinas y él sentado frente a un espejo, con luces de color blanco y rosa apuntando directamente a su rostro; Jimin suspiró. En ese momento, él se dio cuenta que realmente, nunca estuvo ni cerca de cumplir su sueño, y se resigno.

Pronto todo terminaría, él iba irse, ya nada que estuviera relacionado con Agust D seria su problema, él simplemente se iba resignar a que nunca podría tenerlo, pero entonces ¿De verdad no podía siquiera conocer algo sobre él? Como ¿Por qué nadie le dice Suga? ¿Por qué deja a los mas jóvenes de lado cuando se trata de temas relacionados a los ataques? ¿Qué pasó realmente con Yoongi en Bangkok para que después rechazara rotundamente a Jimin?

¿Por qué conoce a Dami?

En ese momento, esa era la pregunta que teóricamente, podía encontrar más fácil la respuesta.

Jimin miró a la mujer desde el reflejo en el espejo. Al parecer, ella lo había notado ensimismado por tanto su vista estaba sobre él y cuando el pelirosa la miró ella le sonrió.

Él aprovecho la oportunidad. Si iba irse, al menos lo haría conociendo una parte del pasado de su salvador.

El pelirosa giro la silla para quedar de frente a la mujer, ella que anteriormente estuvo recargada sobre la puerta, se acomodo y cruzó de brazos, su mirada cambio a una seria y atenta. Jimin interpretó aquella acción como que la mujer estaba curiosa y dispuesta a escucharlo. Sin pelos en la lengua, Jimin se relamió los labios, acomodó sus codos sobre sus muslos y recargó su cabeza en sus puños, intrigado y ansioso por lo que estaba a nada de descubrir.

—Dami& comenzó el pelirosa, su voz era inocente, pero tan persuasiva y engañosa al mismo tiempo. La mujer lo miraba atenta, con un gesto para invitarlo a seguir hablando — ¿Cómo es que tú-.

Pero Jimin no pudo ni terminar la pregunta, porque alguien entre las personas en la habitación lo interrumpió.

—Oh no, no te atrevas a terminar esa pregunta— se quejó una de las bailarinas.

Jimin la miró, un poco molesto. La chica era una de las bailarinas principales del club, la cual mucha gente aplaudía y preguntaba por ella. Era la mas joven de todas, una chica de contextura delgada y alta, de cara pequeña y los ojos grandes, el tipo de chica que encaja perfectamente en los estándares absurdos y mal idealizados de la sociedad. Su nombre era Karina, una chica joven y hermosa, tanto que hasta un chico 100% gay como lo era Jimin, la consideraba una completa belleza y no solo por su apariencia, porque ella, al igual que la mayoría de las chicas de ese club, tenia la personalidad que él consideraba como un amor de persona.