Quizás era la adrenalina. Quizás era el cansancio que sentía. Quizás era todo el dolor que sentía por todos lados o la sangre que no dejaba de salir de la herida de su costado, pero no tenía miedo aunque sabía que debía tenerlo. A menos de que ocurriera un milagro y alguien apareciera por la puerta para salvarlo, estaba a merced de un tipo que claramente no tenía nada que perder y estaba harto de no obtener lo que quería.
—Estoy harto de perder contra ti —soltó Daehyun amartillando sonoramente la pistola y el chasquido hizo eco en la oscuridad—, así que si no voy a poder derrotarte nunca, es mejor que dejes de existir para ahorrarme el martirio.
—Si no querías perder, no debiste desafiarme —espetó Namjoon mirando a su alrededor.
Tenía que haber alguna escapatoria. Algo con lo que defenderse. No temía morir pero tampoco quería hacerlo; había alguien que lo estaba esperando y perdería ambas manos antes de decepcionarlo.
—Esos son pensamientos mediocres, Namjoon.
Daehyun siguió aproximándose en la oscuridad, quizás buscando poner la menor distancia entre ambos para evitar cometer un error o fallar en quitarle la vida.
Fue bastante gracioso cuando se lo pensaba, el mirar hacia un costado y encontrarse con un viejo amigo olvidado contra la pared cerca de la puerta: a menos de un metro de distancia estaba lo que no pensó encontrarse nunca más, tirado hacia un costado estaba el viejo bate que tantas veces quiso utilizar como defensa en el pasado.
Cuando abandonó el apartamento tiempo atrás pensó llevárselo, pero al final se convenció de que no lo necesitaría a donde iba y en la vida que llevaría, así que lo dejó atrás con el resto de los muebles y las cosas que ya no eran suyas.
Ya había llegado a la conclusión de que todo el edificio había quedado exacto como lo habían dejado los inquilinos antes de marcharse, pero el bate solo lo confirmaba. Lo único que podía asumir era que, claramente, Daehyun lo había encontrado junto a la puerta y decidió quedárselo para su propia protección, sin querer dejando algo para que Namjoon pudiera defenderse.
En la oscuridad el hacker no tenía idea de lo que le esperaba.
—Creí que ya pensabas en mí como alguien mediocre —soltó Namjoon, solo para hacer algo de tiempo—. No debería sorprenderte que tenga ese tipo de pensamientos.
El hacker se rió un poco entre dientes, pero ya no respondió.
Joon contó entonces mentalmente, ignorando el sudor que le caía por la frente y justo cuando Daehyun estuvo sobre él, se movió tan rápido como pudo con todas sus heridas, extendiendo el brazo bueno para tomar el bate y alarmado, el contrario disparó a quemarropa, el impacto dándole a Namjoon en el pecho, justo en el corazón.
Era consciente de que llevaba un chaleco antibalas y que eso debería hacerlo sentir aliviado, pero sabía por uno de los muchos cursos que Seokjin le había dado sobre armas y armaduras que, en realidad, los chalecos no existían sin errores. El impacto de la bala fue violento, un golpe que lo dejó sin aire por unos instantes y solo una cosa pasó por su mente durante aquellos segundos dolorosos: iba a morir.
Pero los segundos pasaron y su consciencia permaneció intacta. Lo único distinto era el dolor punzante en el pecho, así que pudo asumir que si la bala lo atravesó, no lo hizo completamente.
Daehyun sin embargo no tenía manera de saberlo. Tan pronto presionó el gatillo bajó la guardia, quedando a merced de un Namjoon que no estaba ni remotamente muerto. Aprovechó que ya ni siquiera se estaba fijando en él y apretó el bate en su mano, balanceándolo con todas sus fuerzas para golpearlo en las costillas, haciendo que se contorneara de dolor.
La mezcla del shock y el dolor del batazo sobre sus costillas y órganos seguro dañados por el golpe no le permitieron reaccionar lo suficientemente rápido para evitar lo que se vino. Joon se sentó como pudo y volvió a blandir el bate, terminando con el conflicto al golpear al hacker de lleno en la cabeza al tenerlo al alcance y éste, con un sonido de dolor ahogado, cayó violentamente de costado y no volvió a moverse.
El silencio era ensordecedor tanto por dentro como por fuera del apartamento. Joon intentó ponerse de pie apoyándose contra la pared, pero su costado le dolió terrible con las nuevas heridas y terminó cayendo de nuevo, lo que lo llevó a arrastrarse hasta donde estaba el hacker solo para asegurarse de que seguía con vida.
Le puso una mejilla contra la boca y no se enderezó hasta que sintió su respiración caliente contra la piel, para luego dejarse caer sobre el costado menos lastimado para esperar a que alguien viniera a buscarlo. Era un poco estúpido, pero estaba aliviado de que Daehyun estuviera vivo. No tanto porque le tenía alguna especie de cariño raro, sino porque quería que se enfrentara a las consecuencias de todos sus crímenes.
Joon sonrió satisfecho y se mandó la mano sana al costado, sintiendo lo húmedo de su sangre caliente empapando toda su ropa y el chaleco. Las vendas de Seokjin se habían deshecho como si nada. Al hacer un análisis de la situación, también notó que su mano izquierda estaba doblada en un ángulo extraño y aunque no entendió exactamente qué fue lo que sucedió, una simple inspección le hizo entender que, de hecho, la bala no hizo más que golpearlo un poco, sin atravesar la piel o la carne.
Con sus últimas fuerzas y mordiéndose los labios para aguantar las protestas de dolor de su muñeca rota, Namjoon terminó por quitarse las vendas ensangrentadas para usarlas para amarrar a Daehyun con las manos tras la espalda. El trabajo fue especialmente duro cuando solo tenía una mano buena, pero unos minutos después estuvo lo suficientemente satisfecho con su trabajo para darse el lujo de descansar.
Joon se arrastró hasta dejarse caer contra la pared más cercana y cerró los ojos, ni siquiera intentó batallar contra la inconsciencia, solo pidiéndole al universo que, si alguien los encontraba, ese alguien fuera Jin o alguno de los otros chicos.
Más pronto que tarde, Joon se desmayó con una sonrisa todavía pintada en su rostro.
Lo último que recordaba era haberse sentido tremendamente orgulloso de sí mismo. Tanto por lo que había hecho con Daehyun como por haberse dado la oportunidad de reconectar con aquello que pensó que ya no podría volver a hacer. Aquella experiencia le había dado la pauta de que quizás sí había un lugar para que pudiera seguir utilizando sus habilidades sin caer en los mismos crímenes de Daehyun.
Pero, ¿lo mejor de todo? Pasara lo que pasara ahora que había hecho las paces consigo mismo, Jin estaría allí junto a él a cada paso que diera. Era la promesa que se habían hecho.
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Code Breaker | JinNam {Binary Code #3}
RomanceAl final de cada problema, siempre quedan cabos sueltos; algunos más evidentes que otros y esos, los más pequeños y aparentemente inofensivos, de alguna forma son los que más nos carcomen y persiguen. Luego de la caída de Lee Jeonghan en colaboració...
Acertijo #18
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