Acertijo #5

313 57 3
                                        

Debió suponer lo que ocurriría al bajar del avión luego de escuchar a Seokjin quejarse de las regulaciones de los aeropuertos durante las dos horas que estuvieron en el aire. En lo que Namjoon se encargaba de recuperar la única maleta que trajeron, el mayor se marchó "al baño" solo para volver con algunas pistolas y navajas escondidas entre su ropa.

No le había dado muchos detalles porque tampoco había querido preguntar, pero le dijo que las armas vinieron de un viejo contacto suyo de Noir e innecesariamente explicó que solo las había conseguido por seguridad, porque no podían saber qué los esperaba.

Por supuesto que lo entendía y no lo juzgaba por tomar sus precauciones, pero no era algo de lo que uno realmente pudiera acostumbrarse nunca y mucho menos luego de tantos meses de calma. Él mismo sabía manejar una pistola de ser necesario, pero eso no significaba que era parte de sus cosas favoritas.

—El lugar de las coordenadas está a unos minutos de aquí —informó Joon en cuanto Jin se acercó a él—. Ya llamé a un taxi para que nos lleve hasta allá. ¿Asumo que no quieres ir a buscar un hotel primero?

Seokjin negó con la cabeza.

—Mientras más pronto acabemos con esto, mejor.

El taxista los miró con cara rara cuando le dictaron la dirección en cuestión. El pobre hombre, sin tener una sola idea de qué estaba sucediendo, intentó explicarles que no encontrarían nada a donde iban pero se rindió en sus insistencias cuando Seokjin le lanzó una de sus miradas y le pidió, con un tono bastante autoritario, que solo los llevara a donde le estaban pidiendo en un japonés perfecto.

El camino hasta el depósito lo hicieron en completo silencio, ambos sentados en el asiento trasero y con los ojos puestos en sus respectivas ventanas. Namjoon buscó la mano de Seokjin y la tomó, fijándose en que el gesto detuvo su rodilla que subía y bajaba por las ansias; el momento no se parecía en nada más que lo superficial, pero le recordó a aquella primera vez cuando volvieron a su apartamento en un taxi. Cuando todo era distinto y no de la mejor manera.

También hizo que recordara el trayecto en taxi hasta las oficinas de Noir el año anterior, pero ese no era el tipo de recuerdo que necesitaba traer a su mente entonces, así que lo descartó.

Finalmente y al cabo de unos diez minutos, el vehículo se detuvo frente al dichoso almacén de las coordenadas; era un viejo cobertizo recubierto de enchapado azul apagado con letras escritas a lo largo y ancho en color blanco, seguramente informando de cuál era su utilidad o qué guardaban allí. Abandonado como estaba por el hombre, mucho del texto estaba borroneado o raspado, dejándolo casi ilegible.

Seokjin ni siquiera le prestó atención y tras hacerle una seña a Namjoon, lo guió alrededor del depósito con el sol del atardecer sacándole un tono cobrizo a su cabello castaño.

El ex agente se metió la pistola bajo la parte trasera de la pretina del pantalón para librarse las manos y así como en las películas, sacó del bolsillo un pequeño kit de herramientas que tenía organizado dentro de un estuche de cuero marrón y tras elegir entre todos los instrumentos visualmente idénticos, sacó dos y empezó a trabajar en el cerrojo de la puerta trasera.

—¿No crees que es un poco predecible que tomaremos la puerta trasera? —cuestionó Namjoon mirando a su alrededor, a los árboles que rodeaban el lugar y cómo ningún vehículo pasaba por allí.

—Da un poco igual lo más predecible, seguramente tiene cámaras por todos lados —explicó Jin al mismo tiempo que escuchaban un click y el cerrojo cedía—. Solo quiero evitar que alguien nos vea y nos reporte por entrada ilegal.

Namjoon no llevaba ni un año con su historial limpio, así que estaba más que contento de escuchar las sugerencias de Jin para mantenerlo de ese modo; lo último que necesitaba era que lo atraparan cometiendo un crimen y menos en un país ajeno al suyo.

Code Breaker | JinNam  {Binary Code #3}Where stories live. Discover now