Luego del viaje a Taipéi, muchas cosas quedaron inconclusas en la cabeza de Seokjin, por lo que no sintió para nada como un inconveniente cuando su terapeuta lo llamó para recordarle que tenían una cita una tarde no mucho después de que llegaran a Corea.
Namjoon ni siquiera se fijó en él cuando le comentó que saldría a su consulta, enfrascado como últimamente lo veía en su computadora y en el siguiente desafío de Daehyun. Debía estar acostumbrado ya a tener aquella vista, pero algo había cambiado desde la última vez y no sabía muy bien por qué.
Era algo que lo mantenía pensando la mayor parte del día, dando vuelta en su mente todos los detalles e intentando unir las partes de un rompecabezas al que le faltaban piezas y que no sabía cómo luciría una vez completo.
Más que nada lo que no deseaba era ponerse a imaginar cosas, pues eso solo alimentaría su latente ansiedad.
Encontró un tanto tétrico y extraño el que la clínica se viera exactamente igual que como unas semanas atrás, antes de que Joon volviera de sus vacaciones con su familia. La pintura, las flores y los cojines. Sin embargo, Jin encontró que aquella ausencia de cambio lo aliviaba, además que los colores cálidos de alguna forma lo ayudaban a sentirse un poco menos nervioso.
Su terapeuta lo miró con una ceja enarcada cuando se sentó frente a ella. Era una mujer no mucho mayor que él con el largo cabello castaño amarrado en una coleta alta. Sus ojos oscuros casi siempre estaban tras unas gafas delgadas y sus labios tenían un tinte rosa pálido. No había abierto su libreta aún, pero la mantenía cerca de ella sobre su regazo junto a un bolígrafo.
—Cuando me llamaste para decirme que no podríamos tener nuestras sesiones tan frecuentemente como siempre, confié en que era porque te sentías bien —recriminó Areum—, pero te ves un tanto inquieto.
—He tenido unas semanas un poco largas. Muchos viajes.
—¿Ah, sí? ¿Sin Namjoon?
—No, no he ido a ningún lado sin él. De hecho los viajes son por él —aclaró Jin controlando sus ganas de sacudir una de sus rodillas—. Sé que he venido para un chequeo, pero la verdad es que necesito consejo sobre algo en específico.
Ella sonrió ligeramente. A veces miraba a Jin como si fuera su sabia hermana mayor.
—Te escucho. Estas sesiones son tuyas y tú decides de qué quieres hablar.
Aquello no era estrictamente verdad, pero era cierto que nunca lo había detenido de hablar de lo que deseaba. Lo cierto era que Seokjin normalmente tomaba un papel muy pasivo cuando tenían sus sesiones, esperando a que ella hiciera preguntas antes de hablar de nada por iniciativa propia. No es que no quisiera colaborar o encontrar la mejora en sus dolencias, sino que Jin prefería dejárselo a la experta y, de paso, no arriesgarse a decir algo clasificado.
—No puedo darte muchos detalles de lo que hemos estado haciendo, pero en nuestro último viaje ocurrió algo que me dejó pensando —comenzó Seokjin, animándose mirarla a la cara durante esa primera porción de su narración—. Ocurrió algo que terminó por separarnos a Namjoon y a mí, pero él mismo tomó la decisión de salir corriendo y, básicamente, ponerse en peligro.
»Ya te había dicho cómo funciona nuestra dinámica y que normalmente soy yo quien protege al otro, físicamente hablando, al menos —explicó—; por esa razón cuando no lo tuve a mi alcance perdí la cabeza. No comprendo cómo puede hacer algo así sabiendo que podría pasarle algo y además, que yo me preocupo demasiado por él.
—Asumo que le preguntaste al respecto.
—Lo hice, pero solo me explicó por qué decidió arriesgarse y no discutió nada más.
YOU ARE READING
Code Breaker | JinNam {Binary Code #3}
RomanceAl final de cada problema, siempre quedan cabos sueltos; algunos más evidentes que otros y esos, los más pequeños y aparentemente inofensivos, de alguna forma son los que más nos carcomen y persiguen. Luego de la caída de Lee Jeonghan en colaboració...
