Cap. 43 "Adiós Riddle"

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La insistencia de Riddle cada vez era mayor, el rubio no podía tener ni un minuto de tranquilidad. Snape le había dado la tarea de guiar al rizado durante su estancia en el colegio, tarea que el Slytherin había ignorado hasta ahora.

-Si ganó el torneo irás conmigo al baile.- Dijo el rizado decidido, mientras caminaba al lado del ojigris.

Sin pensarlo mucho, la serpiente contestó de manera tajante rechazando la invitación del chico. El rizado sonrió ocultando su molestia, había sobrepasado su límite y antes de irse del colegio tomaría al rubio por las malas; consideraba que le había dado varias oportunidades de entregarse voluntariamente, a partir de ahora dejaría las consideraciones con el heredero de los Malfoy.

Riddle no era estúpido, sabia que atacar de manera directa al rubio sería un caso perdido… El ojigris no era nombrado El Príncipe de Slytherin, solo por su lindo rostro. Sus habilidades en la magia lo posicionaron como el número uno de su casa y uno de los mejores de todo Hogwarts.

Pero Riddle era el mejor cuando se trataba de jugar sucio y de conseguir su objetivo.

….

La castaña observaba desde su mesa como Nott le sonreía a Astoria Greengrass, una chica hermosa digna del porte Slytherin.

Los celos invadían a la Gryffindor, hasta hace algunas semanas esas sonrisas eran dedicadas a ella, esas miradas veían en su dirección y  todo lo que la serpiente ofrecía era para ella.

Su manera impulsiva de actuar la había alejado del chico, quería ir y recuperar su relación… Quería ser ella la que sostuviera la mano de Theo.

Hermione era una chica pacífica hasta cierto punto, pero el ver como una hermosa chica se restregaba en el brazo de su ex la sacaba de quicio. No podía tolerar que Nott no hiciera nada para alejarla, comenzaba a cuestionar si el amor que el chico le juro era verdad.

¿Tan pronto me olvidó?

Molesta se puso de pie y caminó hacia ellos, sin la mínima intención de ocultar su desagrado.

Una vez frente a ellos y con la mirada puesta en Theo, lo tomó del brazo.- Necesito hablar contigo.- No espero respuesta del chico puesto que prácticamente lo arrastró a la salida.

Theo no puso resistencia.

La castaña sostenía la mano del chico en busca de un lugar para platicar. El pasillo rumbo a la salida estaba vacío, sin soltar su mano se giró para quedar frente a él.

-¿De qué quieres hablar?- Habló Nott al ver como la castaña se ponía nerviosa.

-¿Quién es ella?- Preguntó sin rodeos haciendo notar su molestia.

-¿Quién?- La actitud de la chica estaba confundiendo a la serpiente. Hermione jamás se había comportado así.

-La tipa con la que estabas.- Sonrió con frustración.- Esa, que se aferraba a tu brazo.-

-Oh.- Dijo entendiendo un poco la situación, pero aún sin comprender el motivo de la molestia… ¿Acaso estaba celosa? -Se llama Astoria, es solo una compañera.- 

-¿Una compañera?- Sonrió y negó con la cabeza.- ¡Le gustas Theo! - Desvío la mirada.- Esas miradas y esas sonrisas no son solo de una compañera.- 

-¿Y qué si le gusto? Tú y yo, ya no estamos juntos.- Esas palabras se clavaron en el corazón de la castaña.- Tú me dejaste Hermione, ¿No tengo derecho a estar con nadie más?.- 

Así como tú estás con Krum. 

La castaña evitaba la mirada de la serpiente, sabía que si lo miraba en ese instante sería imposible no derramar lágrimas. Le dolía saber que fue ella quien lo alejó, que posiblemente había perdido al amor de su vida.

-Tienes razón.- 

La castaña pasó a su lado sin decir más, necesitaba irse antes de derrumbarse frente a él.

-¿Qué pasa Granger?- Agarró el brazo de la chica impidiendo que se fuera.

-Nada.- Contestó la castaña sintiendo un dolor en la garganta.

-Entonces.- El Slytherin alcanzó el rostro de la chica y lo giró hacia él.- ¿Por qué lloras?- Acaricio su mejilla, sus ojos brillaban por las lágrimas que no podía reprimir.- Hermione ¿Tienes algo que decirme?-

La castaña dudó, deseaba gritarle que lo amaba y que se había equivocado al dejarlo ir. Pero tristemente las palabras fueron ahogadas en la culpa.

-No.- 

-Entiendo.- Dijo soltando el brazo de la chica.

….

Draco había recibido una carta anónima, pidiéndole encontrarse en su lugar secreto. 

El rubio podía imaginar quién era el autor de aquella nota.

Llegando la hora se dirigió al salón de menesteres, al abrir la puerta se encontró con una desagradable sorpresa.

-¿Qué estás haciendo aquí?- El rubio  miró con molestia al chico parado frente a él.

-¿Qué sucede?- Sonrió de manera burlona el rizado.- ¿El Dragón esperaba a alguien más?- 

-No tengo tiempo para tus estupideces.- Giro para abrir la puerta.

-"¡El heredero Malfoy Black en una relación secreta con Harry Potter!".- Alzó la voz.- ¿Te gusta el título?- Se acercó al rubio para alejarlo de la puerta.- Este te va a encantar: "¡Draco Malfoy y Harry Potter del odio al amor!"-

El rubio sintió un escalofrío recorrer todo su cuerpo.

-No sé de qué hablas.- Se soltó del agarre del chico.- Entre Potter y yo no hay nad…- El ojigris fue interrumpido.

-"Nada"... -Las carcajadas llenaron el lugar.- ¿Crees que soy imbécil? Dejémonos de jueguitos estúpidos.- Tanto su tono de voz como su expresión cambiaron radicalmente, su amabilidad se había ido.

-Lo que haga con Potter, es mi maldito problema.- La serpiente no se dejaría intimidar, con cuidado sostenía su varita.

-Lo sé.- El rizado se alejó para acercar dos vasos con hidromiel en su interior.- Ya lo entendí.- le ofreció uno a Draco y este lo tomó con desconfianza.- No tiene caso seguir insistiendo, en dos días me iré de aquí y me gustaría que las cosas entre los dos terminarán bien.- Nuevamente su expresión volvió a la normalidad.

El ojigris miraba su vaso tratando de encontrar algo malo con la bebida. Tom se dió cuenta y solo pudo sonreír.

-Sé que no confías en mí, pero no haría algo tan bajo como ponerle algo a la bebida.- Acto seguido tomó un sorbo de su vaso.-Fue un placer conocerte Draco.- Alzó su vaso en señal de brindis.

El rubio correspondió alzando su
vaso.- Salud.- Dijo para después beber todo el líquido, lo único que quería era terminar con esa farsa y largarse de ahí.- Bueno, si eso es todo me voy.- Le regresó el vaso y se encaminó a la salida.- Adiós Riddle.-

Sus pasos comenzaron a sentirse pesados, su vista se volvió borrosa y antes de tocar la perilla, el rubio se desplomó.










Enamorado de una SerpienteWhere stories live. Discover now