Cap. 36 "¿Qué te hace feliz?"

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Con cuidado desabrocho el botón del pantalón, para después bajar el cierre…

Inclinó la cabeza para quedar a la altura del miembro del ojigris.

-¡Espera!- El rubio tiró del cabello de azabache, en su cabeza se había encendido una alarma.

El pelinegro sonrió ante el claro nerviosismo del chico.- Tranquilo, solo disfruta…- Harry beso por  encina de la tela haciendo temblar al rubio.

Draco sentía la presión de los labios de Harry sobre su pene. La alarma le pedía parar aquella locura, pero la curiosidad y el deseo parecían tener el control de la situación.

Harry jaló el elástico de los calzoncillos de Draco liberando por fin la erección del chico. Tomándola con una mano comenzó a masajearla, haciendo movimientos de arriba-abajo… El tamaño era considerable en palabras de Harry lo describiría como: un largo y hermoso falo.

Los pequeños gemidos del rubio iban en aumento, la mano del azabache se sentía tan bien, el ritmo lento lo estaba enloqueciendo.

Desde abajo el león observaba el rostro de su pareja, con los ojos cerrados y su cuerpo relajado ante el placer que este le daba. Pero no era suficiente para Harry, quería más… Quería ver al rubio explotar de placer.

Detuvo el movimiento y retiró su mano. La serpiente abrió los ojos.

-¿Qué pas…~aaaah~.- El león engulló el pene del ojigris, provocando un fuerte gemido.

El gemido agudo del ojigris hizo excitar aún más al azabache, quien tragaba con gusto el miembro… Saboreando cada parte, tomándolo desde la base hasta la punta en repetidas ocasiones. La lengua del pelinegro se paseaba por toda la longitud del rubio.

El Slytherin era incapaz de silenciar su propia voz hasta llegar al punto de no importarle; una ola de placer recorría todo su cuerpo. La alarma se apagó al sentir la boca húmeda y caliente de Harry.

El león continuaba lamiendo y succionando…

Estaba cerca, el rubio lo podía sentir… Estaba cerca de venirse.

~¡Det-d- te…!~ Draco era incapaz de completar las frases.~¡Mm-me Vn-en-ngo.~ Hizo un intento  por apartar al chico, pero este simplemente no se movió.

El ojiverde succionó unas cuantas veces más.

~aaaah~

El azabache trago todo el líquido que expulsó el miembro del rubio. 

-¡Estás loco!.- El cuerpo del ojigris aún temblaba por el orgasmo.- ¡Escupe eso!- Se inclinó hacia adelante para limpiar la boca del pelinegro.

-Esta bien.- Sonrió, para después ponerse de pie y besar al chico frente a él.- Eres delicioso.-

Esas palabras hicieron sonrojar al rubio quién podía sentir como su rostro comenzaba a arder.

Harry volvió a besar al rubio, usando su lengua para poder recorrer lo profundo de su boca.

….

La mañana era fría, el invierno estaba a la vuelta de la esquina y el torneo de los tres magos daría inicio.

Los seleccionados: Tom Riddle, Viktor Krum y Cedric Diggory.

Los elegidos lograron pasar la primera prueba que consistía en robarle un huevo de oro a un dragón. 

….

-No te puedes sentar aquí.- Hablo el moreno.- Pansy no tarda en llegar.-

-Oh, pero Parkinson ya tiene lugar.- Señaló el pelirrojo, mostrando a la chica platicando alegremente con los Gryffindors.

-Esta traidora.- Susurro Blaise, molesto.

Al ver la actitud del moreno  Ron decidió alejarse, si quería recuperar al chico debía darle su espacio. Pero no se iba a rendir.

El moreno comenzaba a disfrutar de la atención que le brindaba el pelirrojo, aún cuando sus sentimientos por el torpe chico seguían vivos era imposible no querer tenerlo cerca.

-Weasly.- Llamó la atención del chico.- Siéntate.

El rostro del pelirrojo se iluminó y el corazón del moreno latía por esa acción.

-Gracias.-

….

Draco estaba feliz y su sonrisa lo delataba… su amor no correspondido por fin había terminado, jamás le hubiera pasado por la cabeza que tener una relación con Harry fuera posible.

-¿Por qué estás tan feliz?

El rubio se asustó al escuchar la voz de Riddle, estaba tan embobado que no se dió cuenta de su presencia.

-¿Qué haces aquí?- Hablo el rubio.

-Te ví y quise saludarte.- Sonrió acercándose al chico.

-Pues hola y adiós.- Giro dándole la espalda al rizado.

-Espera.- Siguió los pasos del rubio.- ¿No me vas a decir por qué estás tan felíz?-

-No es algo que te importe Riddle.- 

-Claro que me importa.- Jalo del brazo al rubio.- Quiero saber que hace a un chico tan lindo feliz.- El rostro del rizado estaba demasiado cerca del ojigris.


-¿El baile de navidad?

-Sí, ¿Te gustaría ir conmigo?- Krum se había declarado, después de invitar a la castaña al baile.

...















Enamorado de una SerpienteWhere stories live. Discover now