Cap. 22 "¿Podemos hablar?"

4K 464 40
                                    


Blaise al fin había podido tranquilizarse, se sentía patético por haber mostrado su debilidad. Pansy no dijo nada solo se mantuvo a su lado sosteniéndolo en un cálido abrazo.

Ella sabía lo que pasaba, hace tiempo que se dió cuenta del amor de su amigo por el pelirrojo. Cuando se enteró de la lucha de los leones por conseguir el amor de Draco, se sorprendió pues creía que el pelirrojo sentía algo por el moreno.

Y es que cada que se presentaba un enfrentamiento entre los leones dorados y ellos, la mirada del ojiverde siempre terminaba desviándose hacia Zabini.

Lo más evidente para la pequeña serpiente, fue hace algunos días durante las cenas, ambos chicos miraban fijamente y con descaro a la mesa de Slytherin, el de ojos esmeraldas no apartaba su vista del rubio y el pelirrojo miraba atento las acciones del moreno. ¿Se habrá confundido? ¿O el confundido será otro?


Ron Weasley no tenía el valor para enfrentar a Zabini, no después de ver cómo este era consolado por la pelinegra.

Mil ideas pasaban por su cabeza, poniendo en duda sus propios sentimientos; pero esto solo lo podría saber de una manera.

Solo tenía que demostrar que sí está enamorado de Draco y que este le corresponda. Era el momento de declarar su amor y así estaría claro que Zabini se equivocaba con él.


Harry se había descuidado y ahora se encontraba buscando a una serpiente escurridiza.

-Hola Harry.- La pelirroja sonrió.- ¿Qué haces?- pregunto acercándose a él.

-Hola Ginny.- Correspondido con una sonrisa.- Estoy buscando a un pequeño hurón.- 

-¿Un hurón?- Miro confundida al León.- No sabía que te gustaban.-

-Me encantan, ya sabes… Pequeños, hermosos, rebeldes y asustadizos.- El ojiverde amaba esa imagen mental.

-Te puedo ayudar.- Habló la chica tomando al pelinegro del brazo.- Sirve y me cuentas sobre esa personita especial.- Dijo con una sonrisa pícara, aunque lo que realmente necesitaba era solo un nombre; un nombre para poder actuar.

Harry no le dió mucho importancia a la cercanía de la pelirroja, pues sabía que las cosas entre ellos habían quedado claras. 

-Bueno las cosas con él van bien, hemos tenido un pequeño avance.- El ojiverde sonreía apenado. -Pero aún necesito demostrarle que puede confiar en mí y cuando lo haga no lo voy a defraudar.- Suspiro y miro a la chica.- Nunca me había sentido así, quiero estar pegado a él en todo momento, no quiero que nadie lo vea o que este cerca de él y no puedo soportar que alguien lo toqué…-

-Vaya no sabía que fueras tan posesivo.- La pelirroja hizo una mueca, escuchar hablar así al pelinegro la ponía de mal humor, ahora con mayor razón necesitaba el nombre.

-Ni yo.- Alzó la mirada.- Hace que quiera dar todo por estar con él.-

-Sabes, aunque lo nuestro no funcionó.- Apretó más su cuerpo con el de Harry.- Aún quiero que seas feliz, por eso déjame ayudarte a conquistar a esa persona.- Sonrió.- Puedo darte algunos consejos ¿Qué dices?.-

Harry confiaba en la pequeña Weasley, pues siempre  había mostrado ser una buena amiga y tal vez necesitara su punto de vista.

-Eso me gustaría.- 

La chica abrazó al ojiverde, pues esto la acercaba más a su objetivo.

-Verás que no te arrepentirás.


El rubio prácticamente escapó de las garras del León, las insinuaciones de Harry lo hacían bajar todas sus defensas.

Necesitaba estar solo y pensar, así que decidió buscar el único lugar donde Potter no lo encontraría "la biblioteca".

Al entrar se acercó al asiento más apartado y se dejó caer sobre la silla, suspirando.

-M-malfoy.- Alzó la vista al escuchar su nombre.

-Oh Weasley, no sabía que estabas aquí.-

El pelirrojo sonrió de lado y se sentó frente a él.

-¿Podemos hablar?-

Enamorado de una SerpienteWhere stories live. Discover now