cap. 7.5 "Deseo"

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El recuerdo de esa noche seguía presente en su memoria, tan fresco que podía sentirlo.

La sensación de sus labios helados y ese ligero sabor dulzón a manzanas verdes que le provocaron un escalofrío en todo el cuerpo. La respiración del rubio chocando con la suya, el suave vaivén que inició tan pronto sus labios se tocaron.

Harry saboreaba los labios del rubio con necesidad, dando ligeras succiones a su labio inferior. 

Poco a poco el ritmo de sus movimientos fueron en aumento al no sentir la resistencia de su "enemigo". El ojigris correspondía acoplándose al ritmo del pelinegro.

El Príncipe juraba que el corazón le saldría del  pecho en cualquier momento, era imposible que pudiera latir más rápido y estaba seguro que el león lo podía escuchar. Ante tal pensamiento la serpiente quiso alejarse, lo último que quería era quedar expuesto ante Harry.

Se animó a colocar ambas manos sobre el pecho del ojiverde para poder apartarlo; Harry al sentir ese pequeño empujón apretó más el cuerpo del rubio hacia él y sin romper el beso colocó sus manos alrededor de su espalda, para que esté no pudiera alejarlo.

Las manos del rubio estaban aprisionadas en el pecho ajeno, lo que el Slytherin no había notado, al menos no hasta ese momento; fue el latir desenfrenado del Gryffindor.

La serpiente no podía pensar con claridad, él no era débil; fácilmente podría detener ese beso si lo quisiera… ¿Entonces que le impedía soltarse de las garras del León?

El pelinegro aflojó el agarre dando espacio a un respiro, los labios del rubio estaban rojos y eran más notorios por su piel blanca. Se miraron una vez más antes de volver a unir sus bocas.

En esta ocasión el beso fue más corto, pero con la misma intensidad.

El Gryffindor bajo la mirada, sin pronunciar palabra alguna. Momento que el Slytherin

aprovecho para irse.

El pelinegro se vio tentado a correr tras él, aún no entendía qué era lo que acababa de ocurrir, pero por alguna extraña razón no se arrepentía.

Desde que vio su imagen iluminada por los destellos de luz, sintió ese deseo de poseerlo.

Harry Potter realmente deseaba tocarlo; el león en su interior tenía razón, quería reclamar a la serpiente como suya.

Enamorado de una SerpienteWhere stories live. Discover now