Desconocidos [✔]

Capítulo 26

—Estás castigado— escuché a mí papá quien me regañaba por lo sucedido la noche anterior.

—Lo siento— mencioné apenado y subí a mí habitación.

Tenía sus razones para castigarme, le había contestado mal y me fui de casa, claro, sin mencionar que llegué a las 6 de la mañana.

Me preocupaba Elliot, supongo que su padre también le dirá algunas cosas y solo espero que sea un conflicto pequeño y lo deje pasar, pero conozco muy bien a Hunt y sé que no iba a dejar pasar nada.

Me senté en la silla del escritorio y saqué los apuntes de todas las materias para estudiar, acá comenzaba mí verdadera dedicación al estudio y mí "encierro" temporal.

Lo primero que debía estudiar es historia ya qué la presentación del trabajo es mañana, lo tenía súper sabido pero no está mal darle una ojeada para estar seguros.

Continúe estudiando por unas horas hasta que decidí tomarme un pequeño descanso para comer algo y usar el celular, quería hablar con Elliot, así que le mandé un mensaje diciendo "¿Estás bien?". Lo envié y a los 5 minutos obtuve una respuesta por su parte.

"Solo un regaño, Drew"

Me alivie al saber que solo fue eso, no me dio paso a decir nada más así que decidí no responder y continuar con él estudio.

Mis pensamientos fueron interrumpidos por la universidad y me detuve a pensar un poco sobre lo que debía hacer, primero, mandar mí solicitud y esperar ser aceptado, segundo, visitar la universidad una vez aceptado para que me den mí dormitorio y tercero pero supongo que éste iría primero, terminar el secundario sin desaprobar nada.

Llevé mis manos a la cabeza y suspiré pesadamente ¿Por qué es todo tan complicado?, deseo dormir y despertar con la vida resuelta.

Escuché un golpe en la puerta y automáticamente dije "pasé". Mis ojos se abrieron sorprendidos al ver a mí novio entrar a mí habitación con una sonrisa.

—Estuve hablando con tu padre mientras estabas aquí arriba— habló.

—¿De qué hablaron?— arquee una ceja.

—Ofrecí disculpas y me dio una charla reflexiva, no estuvo mal— se encogió de hombros—. Oh y me dijo qué él iba a ayudarme a buscar algo que me guste estudiar.

—Bueno eso es... Genial— estaba algo confundido—. Me alegra que pidieras disculpas, aunque yo estoy castigado.

—Eso no me impide venir a verte— se acercó y me besó.

—Eres un dulce pero...— me aparté—, debo estudiar.

—¿A que crees que vine?— dejó caer su mochila—. Me cuesta matemática y Literatura, has tu magia.

—Eres un idiota— sonreí.

—No seas malo, Drew— me miró fijamente.

Negué con la cabeza y le di un corto beso en los labios.

—Siéntate en la cama, empezaremos con matemática, te explicaré los temas hoy— dije mandón y él obedeció.

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Pasé toda la tarde explicándole a Elliot los temas principales del exámen de matemática y no fue para nada fácil a decir verdad.

—¿Te quedó claro ahora?— suspiré.

—Sí, supongo que sí— se encogió de hombros—. Gracias, mí amor.

Abrí los ojos sorprendido y mis mejillas se ruborizaron al escuchar él apodo por parte del pelinegro.