Desconocidos [✔]

Capítulo 9

Nos encontrábamos solo a un día del partido, los alumnos se hallaban decorando algunos carteles de aliento y la mayoría se estaba probando la pintura de color que representa al instituto, cuyos colores eran violeta y blanco, me encantaba la combinación de esos colores sinceramente, el violeta es uno de mis colores favoritos.

Hablé con Matt ayer por la noche, tiene mucho miedo de no ganar y decepcionar a todos. Escucharlo triste me partió el alma, yo sabía que el iba a poder, no por algo es el capitán y nos consiguió la victoria la vez anterior.

Una estudiante de la escuela comenzó a gritar que íbamos a ganar y todos se unieron a ella, inclusive algunos de los profesores, sonreí al ver la escena y comencé a gritar yo también, sin dudas, eramos fanáticos de nuestra escuela.

—Qué patéticos se ven haciendo eso— Elliot dijo en mí oído.

—¡Te hace falta un poco de espíritu!— Tomé la pintura que había comprado para mañana—. Déjame probar como te queda— Sonreí.

Elliot dio un paso hacía atrás tapando su cara con la mano y negando con la cabeza.

—Ni se te ocurra, Nicholas— Sabía que no debía seguir cuando el decía mí nombre completo, así que bajé mí pincel, un poco decepcionado.

—Está bien, no lo haré, aunque te lo pierdes— Guardé mí pincel junto con la pintura en la mochila.

—¿A que hora es el partido mañana?— Preguntó Elliot.

—Es a las seis de la tarde, eligieron ese horario así no hay sol que moleste.

—Sí, pero nos congelaremos sí estamos mucho tiempo— suspiró—. En fin, ya es tarde para arrepentirme, tendré que verte gritar al igual que todos los demás.

—¡Verás que te divertirás!, confía en mí— dije sonriendo.

—Siempre lo hago. Aunque lo dudo mucho está vez— Sonrío de lado.

Terminé negando con mi cabeza sarcásticamente y me despedí de Elliot ya que debía ir a clases, aunque, todos sabemos que no vamos a hacer nada más que hablar del partido.

La clase de Lengua y Literatura era una de las materias más aburridas y ahora que lo pienso, fue ella quien hizo que Elliot y yo pudiéramos hablar, así que estoy agradecido a la vez, valoro mucho su amistad, se volvió un amigo muy preciado.

Me senté en mí lugar y vi al profesor entrar, por suerte, pudimos resolver el conflicto que tuvimos hace unas semanas y dejarlo todo en el pasado. Claramente tuve que rehacer mí ensayo pero bueno, no puedo quejarme. El problema que hubo es que me quejé en el de las personas adultas que están mal informadas y opinan sin saber creyendo que tienen la razón solo por ser mayores a nosotros. Me sobrepase un poco desquitando que por más que sean adultos no siempre tienen razón y casi siempre están errados, cosa que probablemente hizo que el se sintiera incluido. Finalmente me decidí por hablar de la comunidad LGBT y estuvo mucho mejor que el anterior, terminé sacando un sobresaliente.

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Las clases pasaron sin más, algunos profesores dejaron tarea para la semana que viene y avisaron que el que no entregaba le descontarían más puntos ya que pasaron como dos semanas sin hacer nada. En cierto punto estaba bien, pero va a ser exhaustante tener que realizar trabajos para casi todas las materias y entregarlos todos la misma semana, era una locura. Bueno, yo me quejo de esto y en la universidad va a ser mucho peor, suspiré al pensar en eso y llevé los dedos a mis sienes.

Matt me había invitado a su casa a pasar la noche, el quería despertar junto a mí el día del partido, dijo que yo soy su "amuleto de la suerte", me pareció muy romántico de su parte y obviamente, acepté. Sé que solo vamos a descansar, no planeaba tener sexo, aunque sé que después del partido, lo habría, de eso estaba muy seguro. Reí y mordí mí labio al pensar en eso.