Capítulo 3

11.3K 1.1K 260
                                    

No pude dormir en casi toda la noche, no sé a que se debía el insomnio. Dormí muy poco y se notaba mucho, estaba frente al espejo del baño y las ojeras colgaban como si fueran bolsas, mi pelo estaba todo desarreglado, eso tenía solución pero ¿mis ojeras?, sé que es algo súper normal y no tienen nada de malo pero me hacían ver como un vampiro.

Suspiré y comencé a arreglar mi cabello para luego elegir mi atuendo y bajar a desayunar.

Llovía sin parar, pero aún así, no podía faltar al instituto, las faltas solo se perdonan si estás enfermo, claramente hay que llevar un certificado del hospital, era muy injusto, hay alumnos que llegan mojados porque no cuentan con vehículo para ir, obvio también estaba el autobús, pero ir a esperarlo implica mojarse, no hay una buena solución a ese problema. Pensé mirando un punto fijo y a la vez tomando el desayuno.

—Voy a llevarte a la escuela hoy, papá me prestó su auto— dijo mi hermano emocionado sosteniendo las llaves.

—Si sabes manejar, ¿Verdad Ethan?— pregunté un poco desconfiado.

—¿Quien te crees que soy? Obvio que sé y voy a llevar a mi hermanito al instituto porque esta lloviendo— hizo una cara tan idiota, cerrando sus ojos, levantando la zona de la boca y llevando la mano a su barbilla.

—Ethan, eres un completo idiota— comencé a reírme mientras escuchaba quejas por parte del pelirrojo.

Su pelo era muy lindo, heredó el color rojizo de nuestro padre, y yo claramente heredé el castaño de nuestra madre. Por suerte existen tintes para dejarlo rubio ya que me queda mucho mejor así, aunque a veces pienso en dejar mi color natural.

Algún día lo haré.

Al terminar de desayunar me dirigí al auto junto a Ethan, quien parece bastante nervioso, pero por suerte, pudo encender el auto. La travesía hacía el instituto es otra cosa.

—No vayas muy rápido, está lloviendo— dije algo enojado.

—No te preocupes rubiecito, no vamos a chocar— dicho eso comenzó a reír y bajo la velocidad. De verdad es un idiota, pero un idiota por el cual daría todo, siempre está ahí para defenderme y viceversa.

Llegamos al instituto sanos y salvos y el auto, en una pieza gracias a Dios. Solo saludé a Ethan y le dije que vaya con cuidado o le diría a mamá y papá que cuando ellos no están, se dedica a hacer fiestas con sus amigos en casa.

Entré al instituto y sacudí mí ropa, algunas gotas cayeron sobre mi en mí camino del auto a la entrada, que por suerte no eran muchas.

Al ver a los alumnos entrar supe que había olvidado mi paraguas, solo me queda esperar a que cuando salgamos no esté lloviendo o tendré que mojarme.

Un trueno me hizo salir de mis pensamientos y fui directo a buscar mis libros para la primera clase, no veía a Matt por ningún lado, apuesto a que el entrenamiento de ayer lo dejó muerto y lo más probable es que hoy no venga.

—¿Te gustan los videojuegos?— pregunto Elliot apareciendo detrás de mí.

—No vuelvas a hacer eso, me asusta... Y si, me gustan, ¿por qué?— entrecerre mis ojos.

—Vayamos a la sala de juegos que hay en la ciudad, suelo ir cuando estoy aburrido— Dijo mirándome fijamente, daba miedo.

—¿Estamos en 1980 para ir a una sala de videojuegos? Además, está lloviendo— arquee una ceja.

—Pues no es al aire libre, hay techo y a todos les encanta esa sala— se cruzó de brazos.

—Está bien, vayamos— le dediqué una sonrisa y él solo se limitó a mostrar una pequeña curvatura en sus labios y dirigirse a su clase, cosa que también hice yo.

Desconocidos [✔]Where stories live. Discover now