Capítulo 32

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Killian Pimentel

Sonrío. No sé la razón por la que lo hago pero... ¡Ah, si! Mamá siempre me dice que tengo una sonrisa hermosa, supongo que es por eso, cuando veo una cámara mi lado egocéntrico sale a la luz. Perdón, papá, te he fallado, a mí si me importa aparecer lindo en la televisión.

—Señor Pimentel, ¿qué opina de la polémica que envuelve ahora a su actual pareja, el joven Vélez? ¿Cree que su ex suegra hizo lo correcto?

Me imaginaba que habría preguntas de este estilo, pero la agresividad con la que la lanza hace que me gire hacia dicho periodista y alce una ceja mirándolo.

—Creo que nadie más que yo debería de tocarle la hermosa carita que se carga —chasqueé, ganándome varios chillidos y gritos por parte de los demás periodistas. Claro, Nadie se esperaba que respondiera porque todavía no era el momento, pero no iba a quedarme callado.

Ahora que repaso mis palabras... Madre mía, que tóxico había sonado eso.

—Así que nadie más, ¿eh? —se burló Zaid cuando llegué hasta él—. Me encanta ese modo tuyo, mimado.

—Cállate, pesado —bufé, sintiendo mis mejillas sonrojarse—. Quédate con lo de "hermosa carita".

—Prefiero quedarme con todo —me besa los labios de forma breve, si no hubiera focos y cámaras a nuestro alrededor habría sido más intenso, pero me gustó el gesto.

Adoraba que Zaid me besara en público, que no le importara quien pudiera vernos y criticar la cariñosa acción.

Después, con completa naturalidad, nos tomamos de la mano y caminamos hasta nuestro puesto. Nuestra periodista favorita se había encargado de absolutamente todo, tanto de llamar a sus amigos de profesión como de preparar el lugar.

Agradecía que hubiera sillas pero no iba a sentarme, Zaid tampoco lo haría, se pasaba el día de tal forma así que fuera del trabajo intentaba no tener el culo pegado a una silla.

—¿Estás listo? —me dio un ligero apretujón en la mano para sacarme de mis pensamientos.

Sono pronto —asentí, volviendo a sonreír para mostrar seguridad.

Las preguntas no tardaron en bombardear, fue gracioso ver a cierta mujer saliendo de la multitud para pedir orden. Lo que no fue tan gracioso fue ver a nuestros padres presenciándolo todo en vivo y en directo a tan solo unos metros.

El tema de nuestra relación quedó aclarado en poco tiempo, fuimos honestos y no dimos demasiados detalles, solo lo justo y necesario para que el mundo entero supiera de nuestro sincero romance.

El pequeño problema llegó cuando empezaron a mezclar temas más personales, Zaid estaba tenso a mi mano y mis caricias no le estaban ayudando. Se supone que en las películas funciona, ¿no?

—No voy a decir nada sobre ese tema, si lo hago terminaré hablando de más y creo que no le conviene a ninguno.

—Porque sabes que las tienes de perder —opinó uno en voz alta—. Se os acabó la tontería a los Vélez, al menos tú no vas a dejar preñada a ninguna porque eres maricón.

—¿Perdona? —suelta una risa nasal—. Creo que ese comentario es de muy mal gusto.

—¡Es la verdad! Tu padre está con tu madre por compromiso, porque le hizo un hijo y tuvo que hacerse cargo de él —habló—. Ambos fueron unos infieles de mierda, pero de eso no se habla, es mejor hablar de la "historia de amor".

—Bien, si no tienes idea de algo te aconsejo que te calles la boca. Mis padres estaban casados también por compromiso, ellos no amaban a esas personas, en aquel entonces mucho se criticaban sus matrimonios... Ahora salís a defenderlos, ¿no? —negó con la cabeza—. Quizá si es cierto que yo fui el problema, pero si no fuera de esa manera no se habrían dado la oportunidad de conocerse como es debido. Te aseguro que se aman, no he visto nunca a nadie quererse de la forma tan bonita en la que ellos se quieren.

—Si tanto se quieren... ¿Por qué se rumorea que la hija que espera tu madre es de Ricky Méndez, su ex esposo?

—Porque ese señor ya no sabe que inventarse para seguir en boca de todos, sabe que en los negocios da asco y lo único que le queda es vivir del cuento —espeta.

—¿La señora Roxana está en la misma rama? —interviene ahora una periodista.

—Si —soy rápido en decir yo—, ella y su hija han estado manipulándome desde el inicio de nuestra relación... Cuando cortamos pasaron a hacerle la vida imposible a Zaid. Es demasiada coincidencia, ¿no creéis?

—Ella golpeó al joven Vélez el día de ayer en la salida de un restaurante, ¿que lo ocasionó?

—Le dije sus verdades —admitió mi novio—. Y aprovechó la situación al verse rodeada de periodistas, solo busca un poquito de fama y todos se la estáis dando. Así que, sin más que decir, os voy a pedir que no se vuelva a hablar del tema Ricky Méndez o Roxana. Si vais a decir algo que sea sobre la empresa, sobre las acciones, si queréis hasta os permito los cotilleos de nuestras salidas románticas pero nada más.

—Aprovechando que todo se ha aclarado, ¿piensan viajar a algún lugar exótico para despejar la mente?

—Este pesado de aquí me prometió llevarme a Cataluña —pinché con mi dedo índice en sus costillas.

—Si, después de ir a Marbella y a algún rinconcito de Italia —me sonrió, dejando a un lado toda la tensión vivida minutos antes.

¿Ya estaba? ¿Fuera malas vibras? ¿Final feliz para estos dos idiotas enamorados?

ZallianWhere stories live. Discover now