Capítulo 11

853 72 74
                                    

"El pequeño pueblo y una canción"

27 de Enero año M221

Narra Catina

Me acerco a la ventana para observar a mi hermana, veo como se sube al caballo y se acomoda ese hermoso vestido rosado para luego alejarse. Me quedo atenta viendo cómo se va, luego noto que desaparece de mi vista y aprovecho para llevar a cabo mi plan.

Voy a mi habitación, busco en unos cajones una bolsa pequeña con dinero que mi nana y hermana me dan, lo cual no entiendo para que, si nunca me dejan salir. La encuentro y la amarro a mi cinturón, luego veo la daga de mi padre, la cual dudo en llevar, pero decido tomarla ya que es la primera vez que salgo a un pueblo.

Me veo en el espejo, voy con un vestido azul oscuro de encaje, mi cinturón negro donde está la bolsa y la daga. Me hago una trenza no muy apretada y me coloco mi capa de color negro para evitar que las personas me noten.

Bajo de nuevo al primer nivel para verificar que esté todo bien, luego me dirijo a la puerta y la abro lentamente asegurándome que no vaya a venir nadie. Cierro la puerta con la llave de repuesto que tengo, bajo las gradas despacio, hasta que me reviso que el camino está despejado avanzo rápidamente en dirección a un pequeño pueblo que está a las afueras del bosque y vi en un mapa.

Recorro el bosque tratando de ocultar mis nervios, pienso en regresar, pero me niego ante la idea, hoy tuve esta oportunidad y no pienso desperdiciarla.

El hecho de haberme perdido a los 4 años hizo que mi hermana tuviera miedo de que eso se repitiera, y ese miedo aumento cuando nuestro padre falleció, haciendo que me sobreprotegiera por miedo a perderme o que sufriera en el mundo. En realidad la comprendo pero necesito salir más, conocer el mundo, no quiero vivir encerrada todo el tiempo.

Solo será un pequeño paseo, caminaré un poco, comprare algo y regresare antes de que sea de noche. No creo que nada malo me pase.

Después de unos minutos llego a final del bosque, veo que el camino guía hacia así que sigo caminando hasta llegar a la entrada de un pueblo. Recorro el lugar observando cada detalle, es pequeño pero muy hermoso, las personas son amables y me saludan a pesar de que soy una extraña para ellos. Unos cuantos, si me han visto raro, pero no se acercan.

Así paso varias horas caminando por el lugar, las casas están muy bien arregladas, algunas tienen flores en las ventanas que le dan más color, y lo cual me encanta, así mismo, sin que nadie me vea, revivo un par de plantas muertas.

También he saludado a un par de perros y gatos callejeros, en una panadería compré pan para darles un poco a los que encontrara.

Mientras más recorro el lugar, más feliz me siento, luego de años al fin pude volver a salir. 10 largos años de espera para poder sentir volver a recorrer un lugar distinto al bosque.

El medio día llega y la verdad ya tengo mucha hambre, así que busco un lugar donde comer. Veo un par de negocios, pero hay uno un tanto extraño que me llama la atención, tiene música alegre y se escuchan personas riendo. Lo pienso un rato, pero decido entrar.

Abro la puerta del negocio. y por un momento me arrepiento. Hay varias personas, pero especialmente hay más hombres, lo cual me da un tanto de miedo ya que casi no convivo con ellos. Todos me observan haciendo que me ponga nerviosa, algunos me observan seriamente, otros me miran de una manera extraña y algunas mujeres me miran mal.

"– En este lugar eres una total extraña"

"– Gracias conciencia, no me ayudas "

"–¿Entonces qué? ¿Corremos o nos arriesgamos?"

La Doncella Misteriosa - Magie & Love #1Where stories live. Discover now