Jamás lo esperé (Ryder x tú)

Capítulo 16

-Flashback-

Al voltear aquella castaña se estrelló contra el pecho de alguien haciendo que los dos fueran de bruces contra la fría nieve. Los 3 empezaron a reír por lo ridículo de la situación, ¿cómo era posible que se estrellaran de esa manera tan tonta? Parecía el inicio de un romance de película donde la pareja se estrella al inicio conectando sus miradas.

Aquella persona desconocida para la chica se levantó, estiró su mano derecha y _____ la tomó, aceptó la ayuda brindada.

-Lo siento, no me fijé al girar- habló la castaña con leves risas ya de pie.

-No te preocupes, me pasó lo mismo- sonrió y pasó una de sus manos por detrás de su cabeza.

-Soy Katie y ella es _____- presentó la oji azul a cada una respectivamente.

-Soy Harold, un placer chicas.

-Fin Flashback-

Las palabras sobraban en aquella conversación, al parecer aquel choque generó un nuevo amigo, un muy agradable nuevo amigo.

Las risas eran las más presentes en el lugar. El pequeño grupo de cachorros observaron a la distancia al nuevo integrante del singular dúo de amigas, se alegraron por ellas y decidieron volver al cuartel, mayormente su decisión fue tomada porque de sus placas empezó a sonar el llamado a una emergencia.

Discretamente emprendieron camino hasta la torre, Zuma mantenía ese mal presentimiento dentro de sí más tuvo que ocultarlo porque, al parecer, tenía que ver con su dueña y Sky se replanteaba su teoría como si fuera lo más descabellado que su mente creaba.

Por otro lado, los tres jóvenes caminaban sin prisa por las casi vacías calles, aquel muchacho era increíblemente agradable y eso les estaba gustando a las muchachas, aunque... más que "gustar" en termino romántico era por el simpe hecho de que la conversación podía tomar cualquier rumbo, pero jamás llegaría a algo aburrido.

Al contrario, en la mente de aquel muchacho con singular peinado rubio y ojos castaños se formaba una idea alocada, pero certera: aquella castaña de ojos tristes le atraía de sobremanera a pesar de conocerla hacía pocos minutos, más le era imposible no apartar los ojos de ella. No sabía qué era lo que la mortificaba, pero si se conocía a sí mismo y, algo en lo que se diferenciaba un poco de su tío, era el hecho de que le importaba un poco los sentimientos de los demás.

No malinterpreten, el rubio era igual a su tío en muchos sentidos pues ser criado por él dejó mella en su actitud más, aun así, se interesaba un poco más en saber sobre los demás a parte del hecho de conocer si eran útiles en sus planes.

-Bien, ¿qué quieren hacer chicas? Por lo que vi ustedes tenían un rumbo fijo hasta que llegué yo a arrasar con _____- molestó sacando pequeñas risas en la castaña, Katie notó esto y sonrió, su amiga estaba olvidando poco a poco lo sucedido en la mañana gracias al rubio, le agradeció con la mirada a pesar de que el contrario mantenía su vista en otro lado.

-Pues nos dirigíamos al restaurante del Sr. Porter, íbamos a comprar helados- habló Katie.

-Entonces...- con una de sus manos hizo un ademán de "adelante" dejando un sentimiento cálido en las chicas, "La caballerosidad no ha muerto" pensaron ambas chicas con sonrisas en sus rostros.

Continuaron su camino hasta dicho lugar. Al llegar un golpe seco tumbó a _____ cayendo sobre la mullida y fría nieve...... otra vez.