Jamás lo esperé (Ryder x tú)

Capítulo 14

(Pónganla desde el inicio del capítulo)

Ryder POV

-Bien...- hablé primero pues habíamos quedado en silencio al presenciar como los cachorros partían, cada uno a un punto distinto- ¿quieres ir a la pista? Jake me dijo que querías aprender a patinar.

-¿E-eh?- me respondió algo distraída, creo que estaba metida en sus pensamientos- ¡Ah! Sí, sí, vamos- dicho esto, rápidamente atrapó mi mano entre la suya y nos guio dentro de la cabaña para sacar los patines... mentiría si no dijera que me encanta sostener su mano...

Fuimos directamente a los estantes y buscamos nuestro número de zapato, ya conocía aquellos estantes así que buscar patines del 40 no se me complicó, mi vista fue directamente al cuarto espacio de abajo hacia arriba y agarré un par de los objetos. Con mi tarea completada posé mi vista en mi compañera quién tenía un rostro desesperado mientras estiraba con gran esfuerzo su brazo, miré hacia arriba y entendí que sus patines eran del 36 los cuales estaban en el séptimo espacio de abajo hacia arriba.

Inmediatamente una idea cruzó por mi mente al recordar un tipo de escena que veía seguido en las series de Sky: puse mis patines en una mesa cercana y me posicioné tras de mi castaña, ella estaba tan sumida en intentar alcanzar los patines que no se dio cuenta de esto así que, casi inmediatamente, posé mi mano izquierda en el estante aprisionando a mi chica mientras que con la otra alcanzaba sus patines.

Seguidamente _____ se volteó con su rostro lleno en sorpresa, enrojeció por la cercanía de nuestros rostros y cuerpos, no pude evitar mirarla con dulzura al tiempo que mi mano izquierda se situó en su mejilla acariciándola suavemente; despacio saqué los patines de su lugar entregándoselos al momento.

-Toma...- mi voz sonaba extrañamente grave al hablar bajo por la cercanía, la acción que mi castaña acató fue enrojecer más de lo que estaba, parecía una manzana brillante.

-G-gracias...- me dijo nerviosa; solo le sonreí dulce para, luego, alejarme un poco de ella y tomar mis patines.

-¿Sabes ponértelos?- pregunté.

-S-si- me respondió, asentí con la cabeza y le extendí mi mano, nerviosa la tomó mientras caminábamos un poco para sentarnos. Nos colocamos los patines, guardamos nuestros zapatos en los lockers de la cabaña e, inmediatamente, salimos con dirección a la pista.

Me adentré fácilmente en el hielo, no era un profesional más, sin embargo, estaba acostumbrado al suelo resbaloso; _____ estaba a unos centímetros del hielo, se le notaba el temor de entrar así que me acerqué extendiéndole mis manos, captó la idea y aceptó mi gesto. Le ayudé a entrar, todo iba bien hasta que en un momento uno de sus pies siguió de largo por el hielo lo que resultó en que se fuera de espaldas contra el duro y frío suelo, por suerte actué rápido: al tener nuestras manos unidas la jalé hacia mí arrimándola a mi pecho, bajé una de mis manos a su cintura intentando que recuperara el equilibrio.

Ya con equilibrio soltó una pequeña risa, su pequeña risa distintiva... quedé embelesado por aquella melodía saliente de sus labios.

-Merlín, soy un desastre sobre el hielo- siguió riendo, sonreí enternecido.

-Oye, recién entras al hielo, espera a decir eso cuando tengamos tiempo patinando- le respondí calmado, ella levantó su mirar (pues lo tenía puesto en mi pecho) con un hermoso sonrojo sobre sus mejillas y me sonrió... fue mi turno para sonrojarme, se veía espléndidamente preciosa.