DESIRE BODY ━━ jeon jungkook

veinte

desire body     capítulo veinte

          SEOLHYE RECIBIÓ A JungKook en su mansión con una sonrisa tensa en sus labios pintados de rojo. La pelinegra miró las maletas del azabache con incomodidad.

          —Bienvenido, estoy segura de que te encantará quedarte aquí... Tu padre y tú parecen tener el mismo gusto. —SeolHye se hizo a un lado y JungKook entró a la mansión, sintiendo nostalgia al recordar los casi tres años que vivió ahí.

          JungKook también comenzó a odiar el hecho de haberse presentado como su propio hijo.

          —Tienes razón, mi padre y yo somos idénticos, en absolutamente todo —coincidió JungKook, volteándose a ver a SeolHye con una mirada intensa.

          SeolHye desvió su mirada a un lado incómoda.

          —Pensé que querrías la habitación principal, pero... creí que sería incómodo ya que... JungKook y yo la compartimos. —JungKook quiso reírse del sonrojo y el tartamudeo de SeolHye.

          —Entiendo... sería incómodo tener que dormir en la misma cama donde mi padre y tú tuvieron sexo, ¿no? —JungKook se burló.

          SeolHye se sonrojó fuertemente y fijó su mirada en el suelo avergonzada.

          —Sí —la pelinegra susurró.

          —¿Por qué te casaste con él? —JungKook quiso saber la respuesta de SeolHye.

          —Por conveniencia. —SeolHye fue sincera.

          —¿Por qué seguiste casa con él? —SeolHye miró a JungKook con lágrimas en los ojos.

          —Porque me enamoré de él.

          JUNGKOOK ENTRÓ A la cocina tomando por sorpresa a NaNa que estaba picando algunas verduras para preparar la cena. La mujer mayor se detuvo para mirar al azabache menor con dureza. JungKook gritó en su lugar y cubrió su rostro con sus manos cuando la mayor comenzó a pegarle.

          —¡¿Me puedes explicar cómo diablos hiciste para seguir vivo?! —JungKook se sorprendió cuando NaNa gritó—. Tú deberías estar descansando en paz, no reencarnado en una versión joven tuya y haciéndole la vida imposible a mi niña.

          —¿Me estás remplazando por SeolHye? ¡Yo soy tu niño, no ella! —JungKook miró a la mujer mayor ofendido de manera genuina, quejándose como un niño.

          NaNa volvió a golpear a JungKook, y luego jaló de las orejas del azabache.

          —A mí no me vas a ver la cara de estúpida, mocoso —NaNa regañó al menor—. ¡Por supuesto que eres mi niño, eres como mi hijo, yo te crie y cambié tus pañales, malagradecido!

          —Halmeoni, halmeoni, suelte mi oreja, por favor, mierda. —JungKook se libró del agarre de NaNa y acarició su oreja con una mueca de dolor—. ¿Cómo sabes que soy yo?

          —JungKook nunca tuvo un hijo, además de que las cuentas no cuadran, tonto. Yo sé que mi JungKookie tuvo su primera vez después de los veinte, y ahora tienes 25, por lo que él te habría tenido a los 17.

          JungKook soltó una maldición por lo bajo y NaNa sonrió victoriosa.

          —NaNa... —JungKook luego miró a su mayor con una mueca en su rostro.

          —Cuéntame que pasó, hijo. —NaNa tomó la mano de JungKook y lo sentó en una de los asientos en la barra que separaba la cocina del comedor y la sala.

          —No lo sé. Yo simplemente sentí el choque de mi auto con algo y cuando me di cuenta desperté dentro de un ataúd sin poder respirar. —JungKook dejó caer su cabeza sobre la barra y se dejó acariciar por su NaNa.

          —Ay, mi niño. —NaNa miró a JungKook con lástima, hasta que volvió a golpearlo con dureza en la espalda—. ¿Tenías que ser tan duro con SeolHye cuando la viste en la funeraria?, ¿sabes lo que esa pobre muchacha sufrió cuando moriste? Estaba que se mataba ella misma y se iba contigo al otro mundo.

          JungKook levantó su cabeza y miró a NaNa con una mueca.

          —Tienes que arreglar las cosas con ella. —NaNa miró a JungKook con advertencia—. No sé por qué la vida decidió darte otra oportunidad y traerte de vuelta, pero tienes que arreglar las cosas con ella, JungKook; está muy mal.

          JungKook desvió su mirada.

          —Lo juro.