❛ DESIRE BODY ❜ ❝vivo o muerto, ella seguiría anhelando por el cuerpo de su esposo.❞
Jeon JungKook es un magnate
millonario de 40 años que se
casó con una mujer veinte años
menor que él, Kim SeolHye, para
luego morir de manera repentina
y m...
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desire body capítulo tres
LA PROPUESTA DE matrimonio fue todo un éxito al final de la cena. JungKook se aseguró de hacerlo público frente a los presentes durante la noche y que los reporteros y paparazzis que estaban afuera del restaurante captaran el momento.
La noticia fue tendencia en las redes sociales y estuvo en todos los noticieros del país, como también en los periódicos, todos utilizando como imagen de primera plana o de portada la captura del momento en el que Jeon JungKook se arrodillaba frente a su recién descubierta novia de un año y colocaba el anillo en el dedo anular de la susodicha.
Durante el mes previo a la boda, JungKook y SeolHye lo utilizaron para conocerse y hacer del matrimonio lo más cómodo posible, resultando que el par de pelinegros tenían muchas cosas en común y casi llegando a ser la pareja destinada perfecta, si no fuera por esos pequeños, pero notables, detalles que ponían tensión entre ellos.
La madre de SeolHye se encargó de todos los detalles de la boda junto a la nana de JungKook, sin que la pareja pudiera objetar o interferir.
El mes pasó en menos de un abrir y un cerrar de ojos y ahora SeolHye estaba viéndose en el espejo frente a ella, vestida con un hermoso vestido de estilo princesa con encaje, transparencia y pedrería en la parte superior, que dejaba sus hombros al descubierto con su escote de estilo barco. Su cabello, negro y largo, estaba recogido y en su cabeza portaba una pequeña corona plateada que sujetaba su velo.
Debajo del vestido, llevaba un sujetador blanco sin tirantes a juego con unas bragas del mismo color, junto a un corset ajustado con transparencia en el medio que sujetaba con tiras las medias con liguero blancas, con transparencia también, que vestían sus piernas.
Sus tacones eran de diez centímetros de alto y eran blancos con diamantes incrustados.
SeolHye odió admitirlo, pero su madre tuvo un muy buen gusto eligiendo su vestido.
—Te ves hermosa. —JungKook le tendió una mano a SeolHye y la pelinegra la sujetó fuertemente, colocándose frente al azabache.
SeolHye recorrió el cuerpo de JungKook de arriba abajo y sonrió hacia el azabache.
—Igual tú.
JungKook sonrió y le dió la señal al juez para que comenzara con la ceremonia civil.
Y luego estaban en el salón de fiestas, bailando juntos mientras ambos lucían anillos de casados de plata en sus respectivos dedos anulares.
—Mañana partiremos a París, estaremos una semana allí y luego iremos a Grecia —JungKook comentó, sus labios rozando el lóbulo de la oreja de SeolHye.
SeolHye se sorprendió y luego sonrió emocionada, escondiendo su rostro en el cuello de JungKook.
Ella le había comentado que quería viajar a esos respectivos lugares, pero no creyó que él la escucharía y tomaría en cuenta su opinión.
—Gracias. —SeolHye dejó un beso en la mejilla de JungKook.
Pero el azabache ignoró el agradecimiento de la contraria.
—Esta noche estrenaremos una pequeña mansión que compré en un área privada de Seoul —JungKook siguió hablando y SeolHye casi se detiene de bailar—. ¿Aún recuerdas una de las condiciones del contrato, no?
SeolHye asintió.
—Tener sexo en la noche de bodas es una de las condiciones —respondió la pelinegra casi de manera automática.
—Aún podemos divorciarnos —JungKook canturreó en modo de broma.
SeolHye se rió con gracia y negó con su cabeza, sorprendiendo a JungKook.
