¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cuando Henry se imaginó que ir la escuela junto al hermano –ahora adolescente– de su novia, pensaba lo asesinaría en cuanto los viera; pero al parecer la sorpresa fue para él cuando a lo lejos ve a Brooklyn riendo junto a un rubio-castaño que jamás había visto.
No podía estar celoso, ¿o si?
Acaban de regresar hace poco, pero de cierta manera, sus pensamientos se mezclan y lo que el hermano de Brooklyn le dijo lo distrae, ¿De verdad estaba interfiriendo el futuro de su novia?
Henry sabía que aún no sabía lo que quería, y de hecho, no planeaba saberlo hasta graduarse, porque ahora quería vivir el momento, proteger a Swellview y pasar tiempo con su familia y amigos.
Pero, ¿y Brooklyn?
Un mal sentimiento recorre su estómago cuando no supo responder su propia interrogante, ¿Cómo podía no saber lo que su novia quería?
—Mira, ahí está... ¡Brooklyn!—Grita eufóricamente, sin darle tiempo a Henry para callarlo al instante.
A los pocos segundos –como era de esperarse–, la pelinegra y el castaño voltean en dirección a ellos, evidentemente, la chica estaba enojada y asombrada, a diferencia del pecoso y pálido chico, que solo sonríe sin saber que más hacer.
El rubio junto al hermano de Brooklyn, ve como la argentino le dice algo al chico antes que empiecen a caminar hacia ellos.
Henry traga saliva nervioso, ¿Acaso así se sintió Brooklyn cuando vio Bianca?
Se cuestiono a si mismo, nunca tuvo problemas con su apariencia, porque sabía que era guapo, pero ese extraño, desconocido y pecoso castaño lo hizo dudar, ¿a su novia podría gustarle alguien como él?
—¡Brooklyn!—Exclama el adolescente junto a Henry con una sonrisa cuando ve a su hermana
La pelinegra sonríe y trata de no desear golpear a su novio frente a Mason o las pocas personas que estaban en la escuela haciendo los preparativos para el baile de padres.
—¿Quién es?—Pregunta Henry secamente, ganándose un regaño por parte de la argentina—Ah si, lo siento—Dice vagamente, antes de mirar al castaño—Hola... ¿Quién eres?—Brooke rueda sus ojos.
—Él es Mason, es nuevo en la ciudad—Presenta la chica con una sonrisa, el mencionada levanta su mano para saludarlos, pero Henry no pudo evitar fruncir el ceño al escuchar el nombre—Mason, ellos son dos chicos que no tendrían que estar aquí ... ahora...en este preciso momento—Murmura sarcásticamente, los susodichos se miran entre si.
