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Cuando Henry creyó que superaría estar en el mismo lugar que Brooklyn, simplemente no pasó; y aunque no tenía derecho a enojarse o estar celoso, lo estaba. Y más cuando Marc se atrevió a abrazarla por los hombros, recordándole lo mucho que él lo hacía con ella.
La extrañaba.
Henry asiente ante las palabras de la chica frente a él, pero estaba más concentrado en observar como Marc coqueteaba con Brooklyn; debía admitir que era linda; pero no era su Brooklyn, nadie era como la argentina.
—Y por eso no debes usar alcohol cuando cocinas—Termina de contarles Marc la extraña y cómica experiencia. Brooklyn rueda sus ojos con una sonrisa—¿Ya te había dicho lo hermosa que eres?
—Mhmm... como unas cien veces, si—Comenta con gracia
—Bien, pues nunca es suficiente—Confiesa, y fue inevitable que las mejillas de la chica se calentaran de la vergüenza; agradeciendo que estaba maquillada.
Cuando Brooklyn estaba por hablar, una voz en todo el lugar la interrumpe; de reojo ve a Marc fruncir el ceño ante la mención de su padre.
—¿Estás bien?—Pregunta confundida, y el castaño asiente antes de dejarla de abrazar para tomarla de la mano y llevarla al frente, donde un holograma de su padre se refleja.
La acción no pasa desapercibida por un celoso Henry, que al igual que ellos; se acerca junto a Piper y Joss para visualizar mejor el holograma.
—Hola a todos—Saluda Robb Moss cuando los aplausos en todo el salón cesan—Quiero desearle feliz cumpleaños a mi hermosa hija, Joss. Es su cumpleaños dieciséis—Señala hacia la adolescente—El cumpleaños más importante de una chica—Enfatiza, y todos aplauden por segunda vez.
Los latinos se miran entre ellos confundidos, por su puesto que no, ¿Acaso los quince no eran más importantes?
—Desafortunadamente por un malentendido con la policía de Swellview... sin contar los numerosos crímenes que no cometí—Increpa, y Marc rueda sus ojos ante las palabras de su padre—No pude estar aquí en persona—Agrega para mirar a su hija con pena—Joss, lamento esta noche. Pero si te tengo una sorpresa—Una luz intensa emana de la imagen—¡Sorpresa!—Exclama cuando aparece en carne y hueso en el lugar
—¡Papá!—Saluda la adolescente, caminando emocionada hacia su padre para abrazarlo—Estás aquí
—Por supuesto—Murmura mientras la abrazaba— ¡Ven aquí, hijo!—Pide hacia el colombiano junto a Brooklyn— ¡Y trae a tu novia también!—Demanda con una sonrisa, era bueno saber que su hijo y Brooklyn intentaban las cosas por segunda vez.
