Capitulo 13

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—Mi nombre es...-

Una mujer de cabellos negros y ropa escotada, entro a la habitación interrumpiendo a la joven, misma que estaba por decir su nombre, dejando en duda a la mayoría de los presentes.

—¡Oh! Vaya ya despertó.-Su peculiar sonrisa sospechosa incómodo un tanto a la joven.

—Merlin, que agradable sorpresa.- El joven de ojos jade hablo rompiendo el incomodo silencio que en la habitación se había formado, aunque, en su voz se notaba cierto ápice de fastidió.

—Vera capitán me dio cierta, curiosidad, conocer a la nueva invitada.- La hechicera se acercó a la dulce joven que por inercia retrocedió alejándose.

—Siento que te e visto en alguna parte, no lo se ¿Aragón?- Las palabras de la hechicera tomaron por sorpresa a la joven la misma que negó repetidas veces.

—Lo siento, creo que me confunde, yo jamas e salido de Berina.-

—¿Qué? Eso es imposible, mi memoria no me falla jamas.- su sonrisa se borro por unos breves instantes.

—Lo siento señorita pero jamas la e visto en mis 16 años de vida.-

—Mmh interesante, me permitirás hacerte un par de análisis.-

—¿Qué estas pensado Merlin?- Volvió a hablar el rubio.

—¿Hm? En otro momento diría que sí, pero tengo que volver con mis padres, lo mas seguro es que estan muy preocupados.-

—Nada mas permíteme sacar un poco de tu sangre si no es mucha molestía.-La notoria incomodidad de la joven no pasaba desapercibida por los presentes.

—Es que, agradezco sus cuidados, pero lo mejor sera que me valla ya...- su mirada estaba llena de irritación, si bien parecían agradables personas, no podía ir por ahí confiando en extraños aunque los mismos le parecieron conocidos.

—No te preocupes, no tardaremos nada.- El pecado de la gula no le dio tiempo a responder, pues su paciencia se había agotado en unos pocos  minutos con la gran indecisión de la joven.

En un par de segundos ambas mujeres desparecieron, de este modo dejando a un par de presentes completamente confundidos, incluso al rubio de ojos jade, mismo que era carcomido por la enorme curiosidad que se le presentaba acerca de aquella joven idéntica a ella.

--¿Qué acaba de pasar?

--No lo se.

--Tengo duda sobre el nombre de la señorita.

--Todos Elizabeth.

--Es una chica extrañamente agradable.

--¡¿Qué?!

--¿Al señor Ban le pareció atractiva?

El joven de ojos carmín suspiro al ver que no habían entendido ni un poco sus palabras esto lo había molestado, para el simplemente era agradable su presencia, no negaría que era atractiva, pero el solo podía ver con esos ojos a la guardiana del bosque de las hadas.

--¿Eso es verdad Ban?

--¿Eh? No capitán, simplemente su presencia es tranquilizante.

--¿Entonces no fui la única que sintió eso?

--Todos lo sentimos Diane.

--A mi me parece muy linda la señorita.

--¿Capitán?

Este mismo se había sumido en sus recuerdos, sintiendo nostalgia en aquella dulce sonrisa que escapaba de ella cuando el intentaba distraerla de sus preocupaciones, el día de su muerte, fue el peor de su vida, atando lo a un triste pasado y cansino presenté, no recordaba cuanto tiempo había pasado desde la última vez que vio sus dulces ojos brillar de alegría, ella era idéntica, quería tenerla lo mas cercas posible para recordarse sus últimas palabras, aunque la joven no parecía en lo mas mínimo interesada en el.

Los presentes se dispersaron en aquella taberna siguiendo sus pesadas labores, sumidos en una extraña penumbra, el sonido de la campanita saco a todos de sus pensamientos, dirigiendo sus miradas a el peli-rosa frente a ellos, este se encontraba acompañado de un par de personas, estos parecían preocupados, el joven guardia simplemente entro; su mirada era cansada aunque era poco demostrada.

—Pequeño Gil, ¿Qué te trae por aquí?

—Nada Meliodas, solamente ellos, al parecer perdieron a su hija y aun no la encuentran.

—¿Oh? Entonces, nosotros los 7 pecados capitales, brindaremos nuestra ayuda en la búsqueda de su hija.

—Capitan, ¿no cree que sean los padres de ella?

—Mmh posiblemente King.

—¿No seria mejor esperarla Señor Meliodas?

—Estas en lo correcto Elizabeth.

En aquella espera pasaron algunas largas y lentas horas, aguardando el regreso de la hechicera y la joven, mismas que después de tanta espera aparecieron en el centro de la taberna donde todos los presentes les observabaran, la joven se veía débil, su mirada estaba pérdida, nadie entendería que era lo que había sucedió en el laboratorio de la hechicera, pero al parecer ninguna se sentía satisfecha, los dulces ojos grises de la joven fueron a viajar a las mismas personas que durante sus largos dieciséis años la habían cuidado, sin pensarlo corrió a sus brazos, olvidando todo lo que había vivido en el laboratorio de la maga.

—¡Mamá! ¡Papá!-Su perdida mirada cambio radicalmente a una alegre y pacifica.

—Cariño, por fin te encontramos.

—Mi pequeña, estaba tan preocupado.

—Estoy bien gracias a los cuidados de ellos.

—Era de esperarse de los grandes 7 pecados capitales.

—¡¿7 pecados capitales?!-La dulce joven sin pensarlo se aparto de sus padres y se limito a dar una reverencia a los presentes.

—Muchas gracias por sus cuidados.-La mano de alguien despeinó su azabache cabello sorprendiendo la.

—No a sido nada.-Frente a ella se encontraba aquel rubio de ojos jade, su sonrisa le transmitió confianza.

—No importa, cuidaron de mi, al menos debo agradecerlo.

—Muchas gracias 7 pecados capitales, cuidaron de nuestra pequeña.

—Fue un gustó, siempre se lo agradeceremos.

Asi mismo la familia se retiró dejando a todos los presentes en un triste silencio, mismo que fue roto por el zorro de la avaricia.

—No vendría mal alguien nuevo al grupo Capitán.-Su carmín mirar observaba hacia fuera de la taberna presenciando el atardecer.

Algo grande les deparaba el futuro y algo mas queria que ella estuviera junto a ellos en su largo camino.

[EDITADO]

Revelación. (Meliodas y Tú) #1[EDITANDO]Where stories live. Discover now