Revelación. (Meliodas y Tú) #1[EDITANDO]

Capitulo 12

Dedicada a JeaneRomero2

Su delicado cuerpo se removió en aquella cómoda cama debajo de ella, intentando encontrar una posición mas cómoda para seguir descansando en aquel dulce y lejano sueño, pero los rayos de sol dando en sus ojos la incomodaron.

Distintos murmullos se hicieron presentes a su alrededor, sacando a la dulce joven de su ensoñación, abriendo poco a poco los ojos y sintiendo aquel incomodo picor en sus dulces ojos, causado por la fuerte luz solar al dar en sus grises ojos, provocando que cerrara nuevamente los ojos intentando calmar el dolor.

Aquella joven se sentó en la cama aun con ojos cerrados, pasando su delicado dorso por su ojos, tallándolos lentamente, de este modo quitándole el dolor para poco después caer en que aquellos murmullos que había escuchado antes habían cesado, sin pensarlo abrió de golpe los ojos recordando lo último que vivió; sus grises ojos se encontraron a varias personas frente a ella, mismos que le eran desconocidos en todo sentido.

—¡Despertó!

—¿Estas bien? ¿Te duele algo? Lamento mucho haberte asustado.

—La estan asustando mas.

El campo de visión de la joven encontro a un chico de cabellos castaños, una joven también de pelo castaño, por último encontro a la joven peli plata, misma por la que se asusto y se desmayó tiempo atrás, sus ojos inspeccionaron la habitación y su ropa encontrándose asi con un vestido blanco diferente al que tenia horas antes.

—Lo siento, te cambiamos de ropa, la que tenias puesta estaba algo sucia. ¡Soy Elizabeth Liones mucho gusto!

—¡Y yo soy Diane y el es King!

—Un gusto.

La joven no sabia como debía reaccionar al encontrarse en una cama ajena, con ropa de otra persona puesta, su mente se lleno de muchas dudas sintiéndose cada vez mas preocupada por la situación.

—¡Oh es verdad! El capitán dijo que le informemos cuando ella despertara.

La joven peli castaña salió fuera de la habitación bajo la atenta mirada de todos, el silencio era incomodo, pero la joven de gris mirar bajo sus pies de la cómoda cama, maldiciendo internamente el tener que levantarse de esta misma, sus pies tocaron el frío suelo y de este modo intento levantarse poco a poco, sentía muy cansado su cuerpo, como si hubiera dormido mas de lo necesario y de lo que acostumbraba.

—Es mejor que no te levantes.

—Si señorita, se ve que esta muy cansada.

—Hm gracias pero estoy, estoy bien.

—¿Estás bien?.

La voz de alguien mas sono en la habitación, era aquel hombre que había topado al perderse en el bosque, este mismo había entrado a la habitación, su mirada de sorpresa fue mayor al verlo mas detenidamente, esto provocó que sus piernas temblaran provocando que perdiera fuerza, aunque antes de la caída fue detenida por el mismo hombre.

—Usted es...

—¿Eh?

—Es el hombre con el que tropecé en mi pueblo Bernia.