Capitulo 2

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Era el primer día desde que el joven había caído inconciente, la chica se encontraba acompañada de Drole el Rey de los gigantes, este mismo le contaba sus mejores hazañas a lo largo de sus aventuras.

Quizás debería estar en la cabaña con el joven; se hacía una idea de el porque las diosas habían comenzado una búsqueda a fondo en el bosque de las hadas, sabia que si de un día para otro dejaba de ir al bosque sería una sospechosa, de este modo indagarían en su persona y lo que la rodea; las consecuencias serían fatales para ella. A lo lejos se veía volar a un Rey hada con dirección a ellos, se veía preocupado, la joven no sentía el derecho de levantar la cabeza después de tan dura respuesta que le dio el día anterior.

—Drole tenemos un gran problema.- Aquello fue dicho cuando el Rey hada estaba frente a ellos, parecía agitado e intentando recuperar la respiración.

—¿Qué sucede Gloxinia?- El gigante respondió confundido.

—Al parecer, hubo un enfrentamiento entre algunas diosas y un mandamiento muy cerca de aquí, las diosas sugieren que el mandamiento esta rondando por el bosque, asi que necesitamos alejar a todos de el bosque y sus profundidades, mantenerlos cercas de el árbol sagrado y protegerlos.- El joven Rey hada dirigió su mirada ámbar a la chica haciendo que los ojos de ambos se encontraran, esta por último dedicando le una sonrisa pacifica a el Rey hada.

Realmente ella estaba sorprendida y preocupada, podía parecer una joven tranquila y que necesitaba que la cuidaran de los peligros, aunque no fuera asi prefería dejar a todos con esa inquietud de que ella era débil, si bien ese no era lo que le preocupa, lo que salio de los labios de el Rey hada la dejo mas preocupada que antes.

—Tu también tendrás que quedarte, se aproxima una Guerra Santa bastante peligrosa, las razas uniremos fuerzas contra los demonios para traer paz a el mundo y yo no me perdonaría que en un descuido te sucediera algo "pequeño lirio".-  aquel extraño apodo provoco un pequeño rubor en las mejillas de la contraría aunque no tan notable.

—Yo no puedo quedarme Gloxinia, además no pienso participar en el enfrentamiento.-

—Eso no importa, podría pasar un accidente y sucederte algo, no puedo permitir que eso suceda.- El Rey gigante comenzaba a ponerse incomodo por la pequeña pelea, a lo que decidió bajar a la joven y dejarla en el suelo para después retirarse con su gente.

—No me voy a quedar Gloxinia y no me haras cambiar de opinión, enserio estare bien no soy tan débil como crees.- Aquella sonrió tranquilamente calmando al nervioso Rey.

—Pero...-Aquel no termino porque recibió un delicado beso en la mejilla, tomándolo por sorpresa y dejándolo en un pequeño shock.

—Pero nada Gloxinia, estare bien lo prometo.- Tras esto se dio la vuelta y tomo una canasta que traía con ella para comenzar una recolección de frutos, para ella misma, de este modo ella comenzó a recolectar los mejores frutos a su criterio.

El joven hada llevó con cuidado sus dedos a donde fue depositado el beso, sintiendo asi una pequeña descarga eléctrica, aun sentía lo suaves y cálidos labios de la joven en la zona, de este modo terminó con un gran rubor por todo su rostro, soltando un débil suspiro risueño.

—No la vas a convencer es demasiado terca, por cierto eres muy evidente hermanito.- Aquella voz lo saco de su ensoñación haciéndolo sobresaltar un poco.

—¡Gerheade! ¿Cuánto tiempo llevas escuchando?- Aquella sonrió divertida mientras que el trataba de tranquilizar su acelerado corazón.

—Lo suficiente como para saber que ella te tiene babeando hermanito.- El rubor de las mejillas de el chico volvió a crecer.

—¡Eso es mentira Gerheade!-

—Tan mentira como que yo no sea una hada.- El joven se tensó y después soltó un pequeño grito de vergüenza llamando la atención de las demás hadas, había entendido lo que realmente ella quería decir.

—¡Eres horrible, no se cómo puedes ser mi hermana!- Este estaba con un rubor cada vez mas intenso.

—Pero soy tu hermana menor de todos modos Gloxinia, a si por cierto, se mas discreto ¿No quieres asustarla verdad?.- aquella soltó una pequeña risita y se retiró.

Mientras el joven se maldecía internamente, la pequeña joven se encontraba camino a su cabaña con una canasta repleta de frutos, aquella tarareaba una dulce melodía, esta la escuchaba de su madre cuando era pequeña, uno de los pocos recuerdos que tenia de ella, no había tardado tanto en regresar a su cabaña; apenas comenzaba a oscurecer, se había pasado la mayor parte del día con Drole para intentar calmar su preocupación, lo cual había funcionado.

Esta abrió lentamente la puerta de la cabaña esperando que el joven no hubiera despertado y la intentará aniquilar en el primer instante, aunque fuera poco probable que el despertara ella se mantenía al márgen de lo peligroso que el joven podía ser y al despertar le pediría que desactivara su poder si no quería ser atrapado por las Diosas en un abrir y cerrar de ojos.

Tenia ya una idea de lo primero que tenia que hacer al ver al joven despierto, entro tranquilamente a la cabaña y encendió las linternas para iluminar la casa, minutos después fue a acomodar los frutos en su cocina donde tomaría una manzana y la llevaría a su boca tranquilamente, al terminarla iría a la habitación del invitado a cambiar las vendas del joven aun inconciente y después tomar algunas horas para leer el libro que la noche anterior había dejado pendiente.

Aunque algo no la dejaba concentrarse, era el pequeño apodó que el Rey hada le había puesto, tomándola por sorpresa, era lindo de parte de el aunque tenia que preguntarle porque decidió ponerle "pequeño lirio" era tan extraño para ella, que aunque no fuera del todo sincera y de fiar el se preocupara por su bienestar, algo que nadie antes había echó por ella o que ni siquiera recordaba.

[EDITADO]

Revelación. (Meliodas y Tú) #1[EDITANDO]Where stories live. Discover now