Code Breaker | JinNam {Binary Code #3}

Acertijo #11

El menor se obligó a despegar la mirada de la pantalla, no sin antes efectuar un comando que se encargaría de algo en su lugar.

—Estamos demasiado cerca del final —respondió Joon intentando tranquilizarlo con una pequeña sonrisa—, quiero decir, si la seguimos cagando ya no tendremos oportunidad de detener a Daehyun. No puedo relajarme ahora.

Seokjin ni siquiera intentó responder a eso, desviando la mirada y concentrándose en su yogurt en una evidente expresión de duda. No dudaba en los hechos que Joon expuso, sino en su motivo para no querer relajarse.

El silencio era diez veces peor que los reclamos, pero lo prefería si lo contrario significaba una discusión que solo le robaría tiempo valioso.

Código roto. Acertijo resuelto. Siguiente destino: Tailandia.

Abandonaron Corea tan pronto como pudieron y una vez instalados en la seguridad de uno de los muchos hoteles disponibles cerca del aeropuerto, Namjoon volvió a sacar la laptop para poder introducir las coordenadas en un mapa y determinar a dónde los llevaría ahora el hacker.

Por primera vez desde que habían empezado aquella redada, las coordenadas no los llevó a un sitio abandonado, de pinta cuestionable o perdido en medio de la nada, sino a una universidad de todos los jodidos lugares. Una universidad en completo funcionamiento con miles de alumnos, maestros y dormitorios incluidos. Tuvieron que checar un par de veces más en busca de algún error, pero no había ninguno: de verdad los estaba llevando a una universidad.

—Nunca antes había hecho esto —murmuró Jin sosteniéndose la barbilla con los dedos—. No podemos solo entrar en pleno día y mucho menos con armas.

—Supongo que tendremos que pensar en otra cosa.

—No, esperaremos a que sea de noche y asaltaremos el lugar. Consigue un mapa del lugar y si puedes, la posición de todas las cámaras.

—De acuerdo. No debe ser complicado.

Intercambiaron un par de miradas a las que Joon no supo ponerles nombres y mientras trabajaba en hackear su paso hacia las cámaras de seguridad, sintió los ojos de Jin sobre su nuca.

Pronto el mayor pareció recordar que él también tenía trabajo que hacer y volvió a lo suyo, dejándolo solo en la habitación de hotel no sin antes informarle que iría a buscar al contacto con el que se había comunicado en Seúl para que les consiguiera un poco de protección.

Tal y como le prometió, acceder a toda la información que le pidió no resultó para nada difícil, así que cuando finalmente Jin volvió con una bolsa de deportes de apariencia sospechosa, Joon ya llevaba al menos media hora sentado en la cama intentando distraerse con algún juego del móvil (y llegando a la conclusión que no entendía cómo Tae y Jungkook no se aburrían de ello).

—Tengo todo listo. El mapa marcado con la posición de las cámaras está abierto en mi laptop.

—Bien hecho, gracias. Tú prepárate para salir mientras yo lo dibujo —pidió Seokjin dejando la bolsa junto al pie de la cama y moviéndose hacia la laptop que esperaba sobre la mesita disponible.

Feliz de tener algo que hacer, Joon dejó su teléfono caer sobre el colchón y se levantó casi dando saltitos para abrir la maleta que compartían y empezar a buscar algo qué ponerse para la infiltración que los esperaba.

—Busca algo negro, mientras más nos confundamos con el fondo, mejor —aconsejó el mayor sin mirarlo. Estaba trabajando arduamente en una réplica del mapa en un papel que encontró en la habitación y un bolígrafo—. Ah, y Joonie...

—¿Sí?

—La chaqueta negra sin cierres, la traje para ti. Puedes usarla hoy.

Sus dedos justo en ese momento rozaron la tela de cuero de imitación y con cuidado la levantó para considerarla. Era simple en apariencia, totalmente negra y sin adornos como la que Jin había traído para sí, que tenía cierres decorativos aquí y allá. Al ver la prenda no pudo evitar una sonrisa, pues demostraba que no había olvidado su promesa de regalarle una nueva.