39. Crónica del desamor.

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El sábado Ji Eun y yo solíamos hacer limpieza general en la casa, y era lo que estábamos haciendo ahora.

Sé que se esfuerza para que lo nuestro funcione, y yo me dejo llevar por su cariño con la esperanza de olvidarme de Hye Sun.

Termino de pasar la aspiradora por el salón, ella está limpiando el baño, sé que lo detesta, no hace falta que me lo diga, con ver su cara de asco ya es suficiente.

Me apoyo en el quicio de la puerta, la veo frotar y frotar la bañera, agachada y dejándose las rodillas en el suelo, mis ojos se van a su trasero, es innegable que es uno de sus encantos, gracias a un poco de su genética y a su afición por la bicicleta.

Sin embargo, mi mente en vez de excitarse con esa imagen, vuela al día en que Hye Sun y yo nos subimos al toro mecánico que había en la Exposición Internacional de algas y se lo toqué sin querer.

Y aquello sí que me excita, me vio obligado a darme la vuelta para salir del baño, avergonzado y frustrándome por momentos por ser incapaz de no pensar en ella.

—¿Querías algo, Baekhyun?

Quiero muchas cosas que son imposibles.

—No, nada, vine para ver si te faltaba mucho, creo que ayer me dijiste que querías ir al súper ¿no?

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—No, nada, vine para ver si te faltaba mucho, creo que ayer me dijiste que querías ir al súper ¿no?

—Sí, dame diez minutos y ya estaré, tenemos la nevera bailando.

Asiento con la cabeza, debo meterme en la cabeza de una vez por todas que esta es la vida que decidí llevar cuando me casé con ella, y a todas luces cualquier hombre me diría que fue una buena decisión, es bonita, tiene un buen trabajo, es una buena amante y hasta que no se planteó lo de tener el bebé, teníamos una convivencia muy feliz.

Entonces ¿Por qué me pasa esto?

Me siento en los peldaños de la entrada de mi casa, esquivo la mirada dónde planté las fresas y concentro en la zona que tenemos césped, está ya bastante largo y observo como motitas marrones en los tallos.

Extrañado me acerco para ver qué diablos es eso, incluso lo toco y literalmente el tallo se descompone, como si fuera un papel recién quemado y luego se desprende.

Viendo la situación del césped, esto debe de estar pasando durante semanas, como haya afectado a la raíz, ya puedo estar cambiándolo por otro.

—Ya estoy Baekhyun —me dice acercándose a mí —¿Qué haces?

—El césped está jodido, haré unas fotos e iré a la floristería, a ver si me dice lo qué le pasa.

—El césped está jodido, haré unas fotos e iré a la floristería, a ver si me dice lo qué le pasa

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