29. Cuidado con lo que deseas.

46 6 0
                                    

Hacía cinco días que abandoné mi casa, y lo más curioso es que no recibí ni una llamada de Ji Eun, la verdad es que poco me importa ya, estos días me ayudaron a encontrarme a mí mismo, teniendo muy claro que las cosas debían cambiar mucho para que nuestro matrimonio se pudiera salvar.

Me encamino hacia la salida del colegio, veo como siempre a los padres ir a recoger a sus hijos, y como no, Hye Sun a su hermano. Ha sido una semana difícil para mí intentando controlar mis emociones, por eso opté por guardar más las distancias, estar demasiado cerca de ella me hacía daño.

—Buenas tardes profesor Byun —se despide Hye Sun inclinándose.

—Que pases buena tarde Hye Sun, lo mismo te digo LuHan.

Prefiero irme, me duele ver sus ojos tristes y sé que es porque la trato con más frialdad pero ¿Qué más mierdas puedo hacer? ¿Cómo gestiono todo esto después de lo que pasó el otro día en el invernadero? No me estoy montando ninguna película en mi cabeza, no soy tan imbécil para fantasear con algo para hacerme más daño todavía.

Esa tarde Hye Sun y yo estuvimos a punto de cometer un error, existía algo en el ambiente que no sabría describir, sus manos tocaban los botones de mi camisa de forma recurrente, aquello era un síntoma inequívoco de que me estaba enviando una señal, como lo fue la mía acariciando sus cabellos.

Vivimos constantemente en este mundo enviándonos señales unos a otros, cuando algo nos duele, o nos gusta, o lo odiamos, y para el amor también existen, basta tan sólo con escuchar al corazón para darse cuenta.

Estoy frustrado porque ella es demasiado joven y yo posiblemente demasiado viejo para ella, por eso fingimos como si no hubiera pasado nada, por eso somos incapaces de mirarnos a la cara y sincerarnos

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Estoy frustrado porque ella es demasiado joven y yo posiblemente demasiado viejo para ella, por eso fingimos como si no hubiera pasado nada, por eso somos incapaces de mirarnos a la cara y sincerarnos.

Los viernes por la tarde no suelo quedar con Kyungsoo, tiene trabajo en su casa tratando algunos pacientes, poquitos por lo que tengo entendido pero que le va muy bien para ganarse un dinero.

Llego a casa de Chanyeol, lo primero que hago es quitarme el maldito traje, cada día lo detesto más y creo que al final con la llegada del verano dentro de unas semanas lo mandaré al diablo.

Me pongo algo cómodo y miro la hora, sé que Chanyeol hoy no regresará hasta las ocho, sus horarios no son fijos como los míos o los de Kyungsoo, si no que varían y más ahora que está la Exposición.

Así que aprovecho para acercarme al mercado, ya fui comprando cosas entre semana pero había que proveerse más seriamente, no podía ser que su nevera albergara solamente comida precocinada, cervezas, soju y agua.

Le llamo por si necesitara algo.

—Chanyeol, voy a comprar algunas cosas ¿necesitas algo?

—¡Oh! ¡Pásate por la tienda de Hae y compra pizzas y cervezas.

Mascullo por lo bajo, con la mala alimentación que lleva y en cambio no tiene ni un gramo de grasa.

¿Cómo puede ser?

A Perfect WorldWhere stories live. Discover now