Chispa a chispa, polvo a polvo

Capítulo 47: V3E6: Esprit de Corps, Parte I

Volumen III: Episodio 6: Esprit de Corps, Parte I

Las diminutas piernas de Ozma golpeaban el suelo tan rápido como podía. Su pecho se sentía como si fuera a colapsar, su respiración era irregular, sus músculos le gritaban que se detuviera, apenas podía ver bien. Sin embargo, a pesar de todo, siguió corriendo, siguió corriendo y nunca miró hacia atrás.

Podía oírlos aún más fuerte ahora, los jadeos espesos y los aullidos horribles. Estaba siendo perseguido por una manada de Beowolves. Se estaban acercando ahora, demasiado cerca.

Oh, ¿por qué, oh, por qué había tratado de demostrar su valía? Nadie le estaba pidiendo que probara su valía. ¡Tenía siete años! Solo estaba buscando demostrar que era tan grande y fuerte como todos los demás, y ahora, iba a morir.

Hubo una luz brillante repentina, un sonido como nada que él pudiera siquiera comenzar a describir, y un destello de presión y calor.

Ozma tropezó y rodó por el suelo. ¡Tenía que levantarse! ¡Tenía que vivir! Él...

El niño miró hacia atrás y vio que los monstruos ya no estaban allí. De hecho, una gran parte del bosque ya no estaba allí, oscuras volutas de humo se elevaban de los troncos rotos y quemados. Estaba solo de nuevo.

El repentino silencio inquietante del aire nocturno fue interrumpido por el sonido de pasos increíblemente pesados ​​a través del arbusto. Ozma trató de esconderse y se congeló. Cerró los ojos, esperando que lo que fuera que estuviera allí no lo viera, y el pisotón se detuvo.

"¿Estás bien?" preguntó una voz increíblemente cálida, amable y fuerte que le recordó al niño a su padre.

Miró, temblando por todos lados, y no supo cómo reaccionar. ¡Era ... era un gigante! Era un gigante cubierto de pies a cabeza con una brillante armadura de metal que parecía cambiar con sus movimientos.

La cubierta de su boca retrocedió, y Ozma vio una gran y suave sonrisa en un rostro hecho de metal.

"No te preocupes. Las criaturas que te perseguían han sido asesinadas", declaró el gigante, arrodillándose. "¿Estás herido?"

"N-no", dijo Ozma con voz nerviosa. "Mi nombre es Ozma. ¿Quién eres?"

"Mi nombre es Optimus Prime".

" ¿Qué acabas de decir?" siseó Qrow.

El robot rojo y azul miró a Qrow y respondió: "Cuando le dije a Ozma que tenía que volver a la estasis debido a la falta de energon en este mundo, él se disponía a rescatar a una princesa, Salem, del encarcelamiento de su padre. Estoy preguntando cómo te fue ".

Ozpin sintió las miradas de la mayoría de los presentes, los que había traído a su confianza: Qrow, Taiyang, Glynda ... incluso la joven Ruby. Solo Yang parecía genuinamente confundido.

"Fue... bueno," dijo, forzando las palabras a salir de su boca. Sacudió la cabeza con amargura, la alegría de ver a su viejo amigo con vida eclipsada por el creciente odio hacia sí mismo. "Demasiado bien, quizás", admitió. Miró a Optimus. "Sospecho que hubiera sido mejor para todos si hubiera fallado".

Esos amables ojos azules miraron los suyos por un largo momento antes de cerrarse cuando Optimus asintió.

"Entiendo, viejo amigo", dijo el líder Autobot con simpatía.

"¿Vos si?" Ozpin no pudo evitar estallar, su voz entrecortada mientras la culpa, el dolor y la traición salían de él. "¿De verdad entiendes lo que es, Optimus? ¿Haber cometido tal error? ¿ Que alguien a quien amas se vuelva contra ti? ¿Traicionarlo todo? ¿Cómo es posible que lo entiendas?"