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Doy vueltas a la cocina debatiéndome que debería hacer pero estoy demasiado nerviosa como para poder pensar con claridad a pesar de que lo mas lógico sea echar a Taeil de mi piso. Pero no soy a capaz a pesar de lo enojada que estoy con el. Mi móvil vibra y lo cojo viendo que se trata de Dak-ho.

- Hola, Hye.- Me saluda nervioso.- ¿Por casualidad no sabrás donde se encuentra mi hermano? Ayer peleamos y...

- Esta mañana estaba durmiendo apoyado en la puerta de mi piso.- Me apresuro a contestar.- Ahora esta descansando en mi habitación.

- Voy para allá.- Dice con rabia.- Joder, lo matare.

Cuelga y me quedo parada pero aun nerviosa. No se si debo despertarlo pero ya es mediodía y lo ultimo que me apetece es tener que comer con el aunque por otro lado no quiero tener que discutir. Pero si Dak-ho viene para llevárselo tampoco quiero que le grite, sonaba realmente cabreado antes de acabar abruptamente la llamada. Así que me dirijo de nuevo a la habitación donde el padre de mi hija duerme profundamente removiéndose de vez en cuando contra las sabanas. Por un par de segundos mi corazón se ablanda, un impulso recorre mi cuerpo pidiéndome que le acaricie el cabello como de costumbre para despertarle con suavidad. Pero me contengo por todo lo que echo o por lo que no ha echo, por haberme dejado sin mirar atrás.

- Taeil...- Le llama.- Despierta... Taeil, por favor.

Arruga su nariz mientras trata de girar la cara hacia otro lado evitándome pero no le dejo, vuelvo a pronunciar su nombre un par de veces.

- ¿Que...?- Logra preguntar.

- Tienes que levantarte, Dak-ho viene a buscarte.- Informo tratando de poner una voz neutra.

Pero creo que no me sale demasiado bien.

- No... No, no...- Se queja.- No...

Intenta incorporarse pero no puede así que acabo ayudándole haciendo reposar su espalda en el cabecero de la cama. Con los ojos entrecerrados me observa, sus labios están resquebrajados y creo que apenas puede estar totalmente consciente.

- Tienes que irte...- Digo de forma baja.

- Lo siento...- Se disculpa en murmuro.

Me hace daño oír esas palabras porque se que no van destinadas a lo que yo mas desearía, me levanto en el acto de la cama herida. No quiero escucharlo, no quiero oír ni una palabra mas. De nuevo emociones contradictorias... Le quiero, le quiero tanto... Pero me esta haciendo daño, mucho daño... Mas del que podría soportar.

- Levántate, lávate la cara y aséate mínimamente.- Ordeno.- Dak-ho llegara en cualquier momento.

- Hye...- Ruega.- Yo... Perdóname.

- Cállate, por favor.- Le corto.- No lo sientes, no sientes nada de todo lo que me has echo.

Antes de que pueda seguir abandono la estancia cerrando la puerta del comedor fuertemente, las paredes tronan a mi alrededor. No quiero verle la cara, no quiero saber nada de el. Refresco mi rostro tratando de calmar mis ánimos aunque mi corazón late de forma desbocada. Transcurren los minutos hasta que la puerta se abre de nuevo y Taeil aparece detrás de ella caminando de manera torpe acariciándose la nuca adolorido.

- Hye, lo siento...- Vuelve a hablar desobedeciéndome.- De verdad que lo siento...

- No, tu no sientes nada...- Replico con amargura.

Si lo sintieras lo mas mínimo no estaríamos teniendo esta conversación.

- Por favor, yo...- Dice dando un paso hacia mi.

Call Boy (Moon Taeil)Where stories live. Discover now