De nuevo [Eremika]

Extra #4 - Parte 1

Se encontraban reunidos en aquella colina a las afueras de Shiganshina. Armin y los demás miembros de la Alianza habian conseguido llegar hace un par de días a la isla Paradis. Luego de un efusivo reencuentro y explicaciones por parte de Eren y Mikasa, sobre lo que había pasado, y luego de una apuesta resuelta, la relación de Levi y Hange, todo parecía felicidad entre aquellos jóvenes que habian pertenecido al escuadrón 104 de reclutas.

— ¡Carla! —exclamó Connie al ver a la niña, hija de Eren y Mikasa, él la recordaba siendo una pequeñita de dos años, ahora tenía cinco.

— Es el tío Connie —explicó Mikasa a su hija al verla confundida.

— ¿Ya no nos recuerda? —entristeció el chico.

— Bueno... era muy pequeña cuando nos fuimos —comentó Jean con tranquilidad, aunque tambien lo entristecía por dentro.

— Ah, ya sé —Connie levantó a la niña en brazos y la colocó sobre sus hombros y daba vueltas por todo el espacio, sacando risas de la niña, ya no podía llevarla sobre su cabeza como antes ya que la niña pesaba más pero igual la hizo divertirse.

— Connie, baja a mi hija —pidió Eren con el rostro sombrío, temía de que su niña cayera.

— ¿Celoso, Eren? —se burló el aludido.

— Para nada...

Todos los presentes reían muy disimuladamente.

— Lamento la demora —dijo Sasha llegando con pequeño en sus brazos.

— ¡Sasha! —exclamaron Jean y Connie al verla y se acercaron a abrazarla.

— Yo tambien los extrañe, pero... —se le aguaban los ojos a la castaña— me aplastaran a Marco si siguen así —regañó separándose de ellos.

— ¿Marco? —se preguntaron ambos chicos.

Solo entonces notaron que la chica traía a un niño cargando, era de cabello café y ojos ambarinos. El pequeño se aferraba al cuerpo de su madre y parecía asustado.

— ¿Se llama Marco...? —la voz se le quebró a Jean al ver que ese niño se giraba a verlo.

— Te gusta el nombre, ¿cierto? —comentó Sasha con una gran sonrisa.

La chica le dio el niño para que lo cargara y a Jean lo hizo muy feliz, Connie estaba a su lado viéndolos y trataba de hacer gestos graciosos para agradar al niño, pero éste se mostraba un poco temeroso.

— ¿Qué te retrasó, Sasha? —preguntó Mikasa.

— Tenía que hacer unas cosas en casa y aunque Marco sea un niño sumamente tranquilo, me toma mucho esfuerzo cuidarlo —respondió ella.

— Sasha, eres toda una señora ahora —bromeó Connie, llevándose un golpe en la cabeza por parte de su amiga.

— ¡No me digas así! Me haces sentir vieja y apenas tengo 23 años.

— Pero si es cierto que eres una señora —opinó Eren—. Estás casada.

— Cállate Eren.

— ¡¿Te casaste?! —se sorprendieron Armin, Jean y Connie.

— ¡No griten! —se quejó Sasha—. Mi padre dijo que debía casarme antes de que naciera Marco así que lo hice.

— Supongo que no tuviste opción... —comentó Jean.

— No la tuve, pero tampoco me arrepiento.