Una risa repentina lo hizo temblar y retumbó contra las paredes, como una inyección de adrenalina que hizo a Joon apretar el paso y subir el resto de los escalones de dos en dos, solo para llegar al segundo piso y notar que la sombra había abandonado su posición junto al pilar.

Aquella planta estaba tan o más maltratada que su predecesora, habiendo sido más víctima de la intemperie debido a los agujeros, la ausencia de cristales y las goteras. Al mirar hacia arriba se encontró con que el siguiente piso se trataba solamente de una especie de pasarela, bordeando el segundo piso y dándole espacio para ver el techo continuo.

—¡Daehyun! ¡Sal ahora mismo! —reclamó Namjoon sin bajar el tubo—. ¡El trato era que si descifrábamos el código y el acertijo a tiempo, tendrías que entregarte!

La misma risa de antes volvió a hacer eco a su alrededor, cerca pero lejos.

En ningún momento dije que se los pondría fácil o que me entregaría sin más —dijo Daehyun, su voz de alguna forma llegándole de todas partes a la vez.

Como subrayando esta declaración, Joon vio por el rabillo del ojo cómo una sombra pasaba corriendo a su lado y al voltearse, blandiendo el tubo como un bate, no encontró a nadie. ¿Estaría empezando a alucinar?

—Tú tuviste algo que ver con la detención de Jin, ¿no es así?

Perspicaz como siempre, Namjoonie —halagó el hacker—. Me imagino que la conmoción fue bastante divertida.

No era psicólogo, pero algo le decía que Daehyun no había tenido mucha diversión en su vida para que viera absolutamente todo como un juego o un espectáculo. Empezaba a cansarlo.

—¿Por qué quisiste separarnos? ¿Acaso tienes miedo de Seokjin? ¿Quieres verme vulnerable? —preguntó en cambio, no siguiendo la corriente a su pequeño juego.

No tengo por qué temer a un tipo oxidado que está demasiado traumatizado para hacer nada —soltó Daehyun, perdiendo toda alegría en su voz pero sonando burlón de todos modos—. Tu querido Seokjin no es más que una sombra de lo que alguna vez fue. Un tigre herido que perdió sus colmillos. No puede hacerme nada.

Estaba clarísimo. Buscaba provocarlo. Que perdiera los estribos. Pero aunque le picaba la lengua por las ganas de soltarle insultos o cosas peores, se mordió la lengua y no dijo todo lo que pensaba. Defender la debilidad de Jin de aquel imbécil era una pérdida absoluta de tiempo y una llamada a una batalla que prefería no desatar.

—Déjate de juegos, Daehyun. ¿Por qué nos separaste?

Un largo sonido pensativo se extendió en lo que Joon daba vueltas sobre sí mismo para buscar a aquella sombra que parecía capaz de desvanecerse a voluntad.

Admito que quería hablar contigo sin que nos interrumpieran —soltó finalmente, al cabo de un minuto—, sin que el impulsivo de tu novio saltara a pegar tiros apenas me viera, quiero decir.

—¿Y de qué se supone que quieres hablar? ¿Me viste cara de tu amiguito? —espetó Joon perdiendo la poca paciencia que le quedaba.

De tu potencial perdido, claramente. De extenderte una oferta para que te unas a mí y abandones a Seokjin —explicó, arrastrando las palabras como si las dijera sin intención—. ¿Acaso no extrañas tu vida pasada? ¿La adrenalina? ¿No estás harto de ser el trophy husband del héroe?

No había duda en su mente sobre la verdadera motivación de Daehyun. Él no estaba buscando que Joon de verdad se le uniera y se convirtieran en un dúo de hackers, solo quería que aceptara ser su némesis por el resto de su vida, seguramente.

Code Breaker | JinNam  {Binary Code #3}Where stories live. Discover now