[ C U A R E N T A Y U N O]

1.6K 139 50
                                    



[ Capítulo 41 ]

TITULADO
¿ÁNGEL O DIABLO?


TITULADO¿ÁNGEL O DIABLO?

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.






Charles



El frío se colaba por el traje que Prada me había mandado hace unos días y que mejor día para estrenarlo que hoy. Era un evento grande y me vestí para impresionar, así que el dinero se podía ir en ropa si significaba que iba a lucir bien y mejor que otros.

Había tanto que había hecho en cuestión de días probando que podían golpearme y que volvería a levantarme sin importar qué. Estaba preparándome para algo más grande que lo que mi primo había hecho y para ello necesitaba tiempo solo. Ya lo tuve. Ahora solo tenía que esperar para lo que venía en camino.

Si, Ian era astuto y sé que seguía moviéndose en la oscuridad aún cuando ya tenía el "premio", porqué no era lo que en realidad quería. Y lo que él quería era algo que jamás le daría en vida propia. Caroline era intocable para él y para cualquier a que se le quisiera acercar mínimamente. Ella no era ningún trofeo, ningún premio y era algo que Ian parecía no entender por las buenas. Y si lo fuera... no sería para él.

—¿Estás listo? —la rubia a mi lado se posó y sonrió a las cámaras que unos estaban viendo—. Porque yo lo estoy. —asentí. Terminé de bajar del coche y esperé a que ella bajara por su lado para poder entrar al salón donde el evento se llevaría acabo—. Saluda. Sonreí. Que te vean bonito que hoy será una noche por recordar. —asentí dándole la razón.

Yo entré primero al ella quedarse respondiendo preguntas de algunos periodistas acerca de lo qué hoy se daría a conocer a New York. Y ella era las más adecuada en estos momentos para hablar de ese tema que mi cabeza no estaba aquí sino viajando con Caroline. La fecha se cumplió y no fui a verla aplastando esa necesidad de verla que había surgido de mí.

« La necesidad de follar mejor dicho »

Ladeo mi cabeza en busca de la rubia pero nada. Decido que no esperaré por ella y espigó mi camino pasando por el pasillo del hotel. Vanessa rentó el salón de un hotel prestigioso y justo ahora desearía poder ir a un cuarto a dormir que tener que ver la cara de la gente, pero si quería avanzar debía centrar mis prioridades y no mis necesidades.

Apenas entré al salón alguna que otra persona se me acercó queriendo saber de que trataba todo y el por qué todo tan misterioso. Respondí cada pregunta con educación diciéndoles que para saber la respuesta debían esperar hasta más tarde. Eso hicieron y cada quien fue a sus respectivas mesas a sentarse.

Caminé hasta la barra de bebidas y uno de los empleados se acercó a mí.

—Señor, ¿qué le puedo ofrecer?

La esposa del Diablo: Infierno [ 1 ]Where stories live. Discover now