"Se busca un Esposo "(NaruSasu) by ElizabethUchiha_BL

Capitulo 17.

Fue abriendo los ojos lentamente, la luz intensa de aquel lugar se le hacia incomoda, pero no difícil. Poco a poco fue consciente de su alrededor, hasta el punto de notar que no era su casa, menos un hospital ¿Dónde estaba?, le gritó su cabeza desesperado. Sin pensarlo mucho se bajó de la cama cayendo de bruces contra el suelo, cada rincón de su cuerpo dolía, mucho. Le costaba hasta moverse, pero avanzó ayudandose de las paredes para llegar.

Caminó por lo que a su percepción parecía un pasillo bastante amplio hasta llegar a una puerta, allí una intensa luz le obligó a cerrar los ojos cuando esta se abrió.

Sasuke se cubrió los ojos sintiendo una gran incomodidad en ellos, la luz era demasiado fuerte. Entonces otra puerta se abrió y de allí salió alguien, un hombre.

-¡¿Qué haces fuera de la cama?! -preguntó. Sasuke alzó la cabeza buscando al dueño de tal voz, podía sentirse mareado pero esa voz la reconocía demasiado bien.

-No puede ser -balbuceó apenas coherente dándose cuenta donde estaba.

-Oh creeme que si lo es -respondió con tranquilidad -. No debiste salir aun de la cama, tu fiebre era bastante alta -continuó diciendo. El hombre se acercó a Sasuke y le tomó de los brazos y las piernas para regresarlo a la cama.

Mientras era llevado Sasuke se removiá bastante incómodo, aun estando enfermo jamás estría de acuerdo en ser llevado de forma tan vergonzosa.

-¡Dejame! Pervertido bajame, te voy a denunciar.

-Calmate mocoso, solo te llevo de regreso a la cama -contestó - Sabes, eres más agradable cuando estás callado,al menos así te haces mejor de tratar.

-Mira quién habla -rodó los ojos -. El que hasta hoy no me deja en paz ni un instante ¿Qué problemas tienes conmigo eh, Uzumaki Naruto? -exigió -¿Cómo vine a parar aquí?

Naruto rechinó los dientes empezando a enojarse con el chiquillo. Ya de por si la noche había sido bastante molesta como para oír reclamos tan temprano.

-Pues porque yo te traje. Fue muy lindo ver como te tirabas frente de mi coche -contestó. Verdaderamente que lo había sido, por un instante creyó que le había atropellado y se asustó, entonces cuando salió lo vió tirado en la calle desmayado -. No tuve más opción que traerte a mi casa y cuidar de ti. Se agradecido, es la segunda vez que dejo a alguien dormir en mi cama.

-Ohh eso me honra -dijo Sasuke -. Pudiste haberme dejado allí, de seguro te ahorrabas los problemas de traerme a tu casa.

-Creeme que estuve tentado a hacerlo, ya bastante tengo con... es suficiente de palabrerías-se detuvo frente a la cama -. Me haces el favor y no te vuelves a levantar, regresaré rápido.

Naruto depositó a Sasuke sobre la cama con bastante cuidado, y se retiró de allí.

Sasuke suspiró bajito dejando escapar todo el aire que contenía mientras era cargado por Naruto, el cual sin proponérselo se negaba abandonar sus pulmones.

Fiebre, a eso se debía todo, seguro que se había contagiado con Ino esa misma mañana y durante el día su cuerpo se fue debilitando hasta sentirse como se sentía. Ciertamente había olvidado lo que era sentirse enfermo, su cuerpo era bastante inmune a las enfermedades comunes, por eso no le resultaba muy conocido los síntomas, solo hasta que estuvo realmente mal fue que supo que algo estaba mal, primero lo adjudicó al cansancio y hasta la falta de sueño, creyendo que mejoraría con dormir. Por eso cruzó la calle sin pensar.

Ahora tenía las concecuencias, se encontraba otra vez en casa de ese rubio. Parecía que no podía vivir sin encontrarse.

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Naruto miraba una y otra vez su teléfono, allí se encontraba la razón por la cual se había encontrado a Sasuke en medio de la calle y casi lo atropellaba. Esa misma tarde luego de salir del restaurante su Madre le llamó mientras trabajaba pidiéndole ir en busca del chiquillo. En un inicio se negó, no quería tener nada que ver con ese niño problematico, pero su madre era su madre y no tuvo más remedio que aceptar ir a recogerle.

Cuando llegó al restaurante este ya había cerrado y no había rastro de algún alma por allí, se dedicó a dar vueltas por los alrededores hasta que lo encontró. Pudo haber imaginado varios escenarios cuando le viera, como que se negara a ir con él lo que agradecería internamente pero no verle prácticamente desmayado.

Reconoce que se asustó bastante, estuvo a punto de llamar a una ambulancia pero al tocar su frente y notar la fiebre supo que no era necesario. Entonces decidió llevarlo a su casa, no quedaba muy lejos y se ahorría muchos problemas, bueno al chico para explicar porque estaba tan de noche en un lugar como ese. Tambiem recordó que era menor de edad, que no conocía más que su nombre y que su madre le reclamaria después.

Naruto había cuidado de Deidara cuando eran niños, este era muy enfermizo y cuando sus padres no estaban tenía que velar por las constantes fiebres del menor. En ese tiempo apenas era un adolescente, pero siempre supo como cuidar de su hermano. Pero jamás pensó que otra vez volvería a cuidar de la fiebre de alguien más.

Estuvo gran parte de la noche despierto, la fiebre no era muy constante pero si bastante alta, lo cual le obligaba a cambiar las ropas y paños húmedos con frecuencia. En un inicio se sorprendió cuando se sintió cohibido mientras desvestia a Sasuke. Eso no solía sucederle, pero entonces recordó que eso sólo era con las mujeres con las que se revolcaba, nunca antes había tenido la... Naruto creía difícil encontrar una palabra que describiera lo que sintió en ese momento, en ese instante mientras iba retirando las ropas húmedas de sudor. Sus manos vacialaron indecisas, y sintió la necesidad de desviar la mirada mientras lo hacía. Entonces cuando estuvo desnudo y queriendo comprobar algo abrió los ojos y solo asi suspiró.

Un suspiro que no denotaba alivio, ni mucho menos tranquilidad. No se equivocaba era un chico, por un instante ante su propia reacción creyó que quizás era una niña, por eso se sentía tan incómodo ante la idea de desvestirle y bueno ver lo que se supone no debería ver. A él le gustaban las mujeres, maduras y sensuales, no las niñas poco desarrolladas.

Pero comprobó que era un chico, no una niña poco desarrollada, y que no había razón de sentirse así.

Porque se sentía inexplicablemente nervioso.