"Se busca un Esposo "(NaruSasu) by ElizabethUchiha_BL

Capitulo 32

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Naru♡Sasu

Los cascos del caballo marcaban un rítmico avance sobre el verde prado de hierbas, las dos personas que iban sobre el equino de mantenían en silencio, ninguno parecía tener el deseo de intercambiar palabra alguna.

Naruto intentaba concentrarse en el camino frente a él, agradeciendo a su buena memoria por recordarlo aún después de tanto tiempo ;los parajes habían cambiado desde la última vez que montó a caballo, algunos árboles habían crecido, otros desaparecidos y nuevas plantas ocupaban lugares antes vacios. El mundo cambiaba, la tierra era el mejor ejemplo de ello, incluso si el ser humano se negaba a cambiar la naturaleza si lo haría. Pero él estaba cambiando, ponía en ese objetivo todo su empeño, dejaría atrás todo lo que una vez fue para encontrarse un mejor 'yo', uno que correspondíera con sus sentimientos recien aceptados por Sasuke.

Detuvieron el paso al entrar en espacio concurrido por árboles de gran tamaño. Naruto anunció con un sonido no muy definido que debían bajarse, no había camino en ese lugar al estar demasiado virgen solo se reducía a un sendero de piedras con salientes y raíces que entorpecerían al animal si los llevara encima. Naruto bajó primero ayudando a Sasuke a incorporarse con mucho cuidado.

Sasuke sólo asintió negándose a reproducir ningún sonido, sus pies se movieron siguiendo a Naruto por todo el camino.

¿Qué debería decirle? Qué respuesta podía entregar su corazón a la confesión de Naruto sin dejar de ser sincero, sin mantener ocultas cosas que debían salir. El amor es difícil, poner en palabras lo que quieres decir, responder como te impulsa tu corazón cuando el miedo siempre estará allí ¿Saldré lastimado? ¿Tendré que sufrir en el futuro por este amor? Preguntas sin respuesta se arremolinaban en su cabeza manteniéndolo aislado de todo.

"No necesitas decir nada Sasuke, yo solo deseo que lo sepas. Que por mi mismo fueras consciente de que tengo sentimientos por ti. No esperaré que me des uns respuesta con respecto a eso yo sé que te lastimé, y que tu ahora puedes estar confunfido"

Le había dicho Naruto al verle tan callado después de su confesión, Sasuke había mirado directamente a sus ojos en ese instante, eran tan azules y cálidos, nunca los había visto de esa forma, albergando tanto, dejando salir mucho, envolviendo a Sasuke en la dulzura de un amor inocente. No podía negar que estaba feliz, porque él se había repetido miles de veces, autoconvencido un millón más que debía olvidarse de Naruto Uzumaki, ellos dos no estaban destinados a estar juntos, eran diferentes, demasiado. Pero en ese momento, en ese instante ninguno de esos pensamientos tenía poder, se habían desvanecido con espuma. Los ojos de Naruto eran un mar, profundo y oscuro , pero con aguas muy cálidas que envolvían a Sasuke atrapandolo entre sus brazos, sumergiendolo hasta las más negras profundidades de su abismo.

Era cruel describir a Naruto como un océano bravo y peligroso, pero era un océano al que Sasuke tendría el gusto de dejarse hundir sin poner resistencia... por que le amaba, se había enamorado y el amor era así. Con riesgos, con tropezones y lágrimas tenía también hermosos colores.

Con los latidos frenéticos de su corazón rugiendo en sus oídos, amenazando con salirse de su pecho Sasuke avanzó, dando el primer paso y los siguientes para tejer su propio destino. Temblorosas, con nervios  y muchas dudas Sasuke estiró sus manos intentando alcanzar la espalda del hombre frente a él.

—Yo quiero intentarlo —pronunciaron sus labios dejándose inundar por aliciente en su corazón al dejar salir la respuesta que tanto guardaba —. Te quiero a ti Naruto.

El calor de aquella espalda le recibió abrazándose a ella, escondiendo su rostro sonrojado en la camisa color celeste como los ojos de su portador. Sasuke no se separó aun cuando su compañero reaccionó ante su estocada, aferrandose a esos sentimientos que deseaba encontrar junto a él.

—Sasuke —musitó Naruto sintiendo el en su espalda carente de fuerza. Sus oídos escucharon aquellas palabras que se había preparado para no escuchar, las que no creían que serían destinadas a él.

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Naru♡Sasu
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—Kushi no me has dejado ni un momento sostener al niño —reprochó Minato observando a su esposa jugar con el pequeño niño sin dedicarle ni un momento. Él también quería cargar al diminuto Itaru, desde que llegó Sasuke ese habías sido su deseo pero su esposa se le fue delantesin darle tiempo.

—No seas egoísta Minato, cuando Naruto era bebé sólo podías cargarlo tú, porque apenas si podía estar conmigo. Déjame disfrutar a mi futuro nieto —dijo sonriendo con emoción — ¿Verdad cariño? Tu serás mi nietecito.

Minato suspiró. Su esposa no tenía remedio, ya había decido sin contar con Naruto o con Sasuke sobre ello, estaba convencida de sería como deseaba. Sonrió, sabiendo que Kushina era el ser más terco y cabeza dura que pudo conocer, ella solía apuntar a lo que otros creían difíciles , con resultados nulos e imposibles. Asi fue cuando tuvieron a Naruto, todos los médicos decían que era imposible que el bebé pudiera llegar a término, que las posibilidades de desarrollarse sin ningún tipo de problema eran imposibles, que no llegaría ni al cuarto mes. Un bebé así solo les traería sufrimiento. Minato sufrió, saber que su único hijo no podía nacer le dolía en el alma, pero a quien más afectó fue a su madre, quién se negó a abortar y mantuvo fervientemente el deseo de gestar a su hijo hasta el final.

Los médicos estaban convencidos de que sería una causa imposible, pero Kushina insistió en un milagro hasta el final. Naruto nació gracias a la terquedad de su madre, en su fortaleza y amor. No nació completamente sano, pero si vivió.

Minato nunca dudó de Kushina, su amor por ella era inmenso, temía que resultará más doloroso el resultado final, pero al igual que los médicos vivió un milagro cuando Naruto llegó al mundo. Desde ese entonces sólo sonríe cuando Kushina es terca, porque sabe que ella lo hace desde el fondo de su corazón.

—Cariño te veo muy segura de ello —dijo.

—Por supuesto, después de todo Naruto es mi hijo y no hay nada de él que yo no conozca. Además —se giró para mirar a Minato —. Tengo la corazonada de que tendremos una gran sorpresa muy pronto.

—Esperaré ansioso por verlo.

—Espéralo, lo vi en sus ojos.