✰Capítulo 3✰

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ARIADNA

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ARIADNA

Estar 4 años lejos de mi familia no sería nada fácil, en especial porque éramos bastante unidos.

Como ya mencioné, sí podía visitarlos durante ese tiempo, pero dejar de vivir con ellos sería totalmente diferente y extraño para mí. Por lo menos no estaría sola, una de las personas que más quería estaría conmigo. Viviríamos en el campus de la universidad, en un dormitorio para dos. Era la opción más económica que teníamos. Y era una suerte que hubiese diferentes establecimientos cerca, no tendríamos que desplazarnos tanto para hacer algunas compras o para salir a distraernos.

Fueron 19 horas de vuelo, estaba muy cansada y ya quería llegar a la residencia y descansar un poco. Durante ese tiempo Sofí y yo casi no hablamos, solo cuando recién subimos al avión. Después ella estuvo escuchando música e intentó dormir un rato, y yo me entretuve leyendo un poco.

Tomamos un vuelo a Madrid, que era donde se encontraba la universidad, e hicimos dos escalas para llegar a nuestro destino. A pesar de que estaba cansada, no sentí tan largo el trayecto. Cuando llegamos al aeropuerto en Madrid, tomamos un autobús que nos llevó a la residencia. Tardamos dos horas en llegar.

Agradecía mucho por haber escogido esa universidad, era igual de grande como me la imaginé y como vi en las fotografías cuando estuve investigando en internet. El campus era enorme y había muchos edificios muy modernos y bonitos.

Madrid era una ciudad hermosa y me gustaban las casas, los apartamentos, los autos, las calles, toda la infraestructura en realidad. Del mismo modo, las habitaciones de la residencia para estudiantes eran muy bonitas y acogedoras. Estábamos muy conformes con el lugar donde viviríamos y estudiaríamos.

Lo primero que hicimos al llegar fue recorrer el campus de la universidad y después nos instalamos, también hablamos con el rector y con el director de la escuela de artes TAI, como se llamaba la escuela a la que pertenecía mi especialidad.

Eran las 8 de la mañana y el día estaba soleado. Hacía un buen clima y el aire era fresco. Por ello decidimos salir a conocer la ciudad, siempre con precaución porque no conocíamos el lugar y debíamos tener cuidado. Buscamos una tienda para tener crédito en nuestros celulares y así llamar a nuestras familias, también fuimos a un restaurante para desayunar.

En el camino conocimos a un chico que estudiaba en esa misma universidad y que vivía cerca de nosotras, pero era de otra escuela. Él vivía ahí en España, por eso nos ayudó con algunas direcciones y nos habló de algunos lugares a los cuales no podíamos ir solas porque correríamos peligro. Decidimos aventurarnos un poco más y fuimos a un parque que estaba a cinco minutos en autobús.

También era muy hermoso. Nos sentamos un rato mientras comíamos unas frituras y bebíamos soda.

Ya quería comenzar a buscar un lugar donde pudiese trabajar, pero lo dejé para el día siguiente. Ambas estábamos agotadas y aunque era de día, necesitábamos dormir. Al principio, el cambio de horario fue algo difícil para nosotras, pero poco a poco nos fuimos acostumbrando.

Estrellas de Neón ©Where stories live. Discover now