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El otro lado de mi soledad

— Lamento no avisarle... fue sorpresivo.

— No parece improvisado.

— Lo fue en parte, espero que no le moleste mucho comprar otro boleto para él. — murmuré viendo su rostro, con pocos rastros de vejez y mucha seriedad en su traje. — ¿El rey Jeon viajó a Seúl? Creí que nunca se separaría de ella.

— Se la llevó.

— ¿Qué? ¿Tan pronto? Seúl es muy peligroso para-

— Tu llevas a Taehyung a ese lugar, ¿no? Ambos son conejos muy tercos.

Me calle porque tenía razón.

Pero me sorprendió que Jungkook le haya confesado la verdad a Hanam en tan poco tiempo y que la mostrara a los demás reyes. Sin duda, había parte de la historia que faltaba así que anote entre mis cosas por hacer: visitar al rey Jeon.

— ¡Iseul! — Taehyung me asustó y gire mi cabeza, su rostro pegado en el vidrio de la ventana y ojos de un lado a otro. — demasiados autos, personas, casas, ¿qué es eso?

Señalaba un bar.

— Un lugar para bailar y embriagarse.

— ¿Poder ir ahora?

— ¿No estas cansado? Vomitaste hasta el último grano de comida. — murmuré preocupada.

— ¡No! Busan es genial.

Su vista se fijó en la costa de la playa, seguro también recordaba momentos antes de embarcar.

Mi tío me regaño con la mirada.

Yo sabía que sería así pero no podía evitarlo ahora, llegamos a Gamcheon en minutos y bajamos del auto. Aún no se había topado con muchas personas, pero a esta hora era un vecindario lleno de turistas.

Yo tomé mi valija, pero Taehyung seguía dentro del auto viendo los extranjeros caminar por las calles.

— Tae, ¿quieres tomar mi mano? — le dije en Aegyo y bajó la ventanilla un poco. — se siente sola.

Quito el seguro y bajó para entrelazar su mano con la mía.

— Muchas personas.

—¿Acaso no te gustan los colores?

Era tal vez una mala idea traerlo aquí, pero era uno de los lugares sobre los que más le había contado.

Subimos las escaleras del edificio hasta llegar a la puerta indicada.

— Isie, cariño, bienvenida. — mi abuela me recibió en uno de sus vestidos floreados y yo le correspondí el abrazo. — lamento mucho que hayas tenido que venir por emergencia.

— Esta bien, traje a alguien conmigo.

— ¡¿Lo trajiste?!

Mas que escandalizada mi abuela estaba emocionada, Taehyung salió de mi espalda tímido y se presentó con mucho respeto. Era la primera vez que conocía a la esposa de su padre adoptivo.

Ambos se dieron un corto abrazo mientras mi abuela lo llenaba de elogios.

Su rostro estaba tan rojo como un tomate.

— Iseul, sé que quieres descansar, pero debo hablarte de algo importante. — mi tío interrumpió este pequeño momento especial para señalarme mi habitación. — llevaré tus cosas.

— Isie, puedes estar tranquila... le daré unas galletas a este adorable hombre. ¡Cuando te dije que conocieras un hombre nunca creí que traerías a alguien tan guapo!

Yo mire a mi abuela en shock y Taehyung aún sin entender una palabra dejo salir una risa.

Yo salí corriendo de esa situación tan penosa.