CAPÍTULO 9

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Recupero mi conciencia cuando un delicioso olor a comida inunda mis fosas nasales, hago un esfuerzo inhumano por abrir los ojos pero me resulta casi imposible, mi cabeza duele como el infierno.

Christian tenía razón, no debí tomar. Después de varios esfuerzos logro al fin mantener mis ojos abiertos por más de diez segundos, me levanto de la cama sosteniendo mi cabeza, siento que si no lo hago caeré desmayada o algo, mi vista cae a la mesita de noche buscando mi celular, lo único que encuentro sobre esta es un vaso de agua y una píldora. Observo extrañada y me acerco a tomarlos, tomo la nota que está bajo la píldora y la leo.

"Tómame, para la migraña. :)"

Sonrío un poco al observar lo bonita que es la letra de Christian, obedezco y tomo la píldora. Hago un ademán de ponerme de pie, y aunque al inicio me mareo, lo logro, comienzo a caminar directamente al baño a hacer mis necesidades y aprovechar a lavarme la boca, una vez termino al fin mis pies van camino a donde proviene el delicioso olor.

Al entrar en la cocina lo primero que veo es a Christian utilizando un delantal rosado, y moviendo el trasero al ritmo de Shakira, sin poder evitarlo una carcajada sale de mi boca, el karma llega instantáneamente a mí por burlarme, me mareo por la migraña y me sostengo de la pared para no caer.

—¿Estas bien? —la voz preocupada de Christian me hace alzar la vista por unos instantes.

—Estoy bien. —murmuro suavemente.— El karma.

—O el bebé. —menciona con una risa suave.

—Ni me lo recuerdes. —menciono irritada mientras camino a la cocina.— ¿Qué hacías?

—Intentaba ser romántico, pero lo arruinaste levantándote de la cama. —siento su presencia detrás de mí y poco después sus manos sosteniéndome suavemente.— ¿Qué tal dormiste?

—Bien, me duele la cabeza demasiado. —murmuro recostándome sobre su pecho.— Huele muy bien ¿Qué preparas?

—Hot cakes. —siento su fresco aliento en mi cabeza, puedo sentir su cercanía inclusive con su olor, su mano sube hasta mi abdomen y va dejando caricias hasta mis pechos, suspiro encantada de sentirlo.

—¿No se te queman? —murmuro suavemente mientras me volteo para quedar frente a frente, su mano no sale de debajo de mi blusa, comienza a repartir caricias sobre mi trasero con su otra mano.

—Ya salieron. —murmura antes de tomar mis labios entre los suyos, sus manos salen de mi cuerpo para tomarme por la cintura, me sube al desayunador recostándome sobre él suavemente, mis manos caen sobre su delantal sacándolo de encima, hago lo mismo con la camisa y cuando quiero hacerlo con su pantalón él me detiene.— ¿Segura que quieres hacerlo? —pregunta sosteniendo mis mejillas entre sus manos.

—Quítate esa mala costumbre de preguntar cuando ya me encendiste. —murmuro un poco fastidiada, él ríe antes de sacar la tela de mi short.

—Era sólo para asegurarme. —menciona bajando mis bragas.— Creo que es hora de desayunar. —susurra observándome seriamente.

—¿Tú eres idiota? —pregunto molesta ¿Va a dejarme así?— No puedes simplemente calentarme y no terminar con esto, Christian.

Una virgen no tan virgen [COMPLETA]Where stories live. Discover now