Reminiscencia de una deidad y una montaña

Start from the beginning
                                    

— ¿Es ella? ¿Realmente esa joven autómata es la reencarnación de la deidad de la montaña?

Por primera vez en años vi sus ojos llenarse de una emoción indescriptible. Era bastante devota, además, esa deidad tenia historia con los dragones de esta zona hace muchos siglos.

Lo pensé mejor y decidí actuar con prudencia. Sobre todo, porque Baerin no lo sabia y que fuera expuesta a la adoración repentina iba a empeorar todo. Trague en seco, sintiendo las uñas filosas de la mujer en mi brazo. Era una buena mujer... un poco soberbia y cruel, pero nunca seria capaz de ir en contra de las leyes divinas sobre hacer el bien.

— Usted debe saber la verdadera historia de aquella deidad, es mejor mantener las apariencias. Al menos por estos momentos de incertidumbre. — murmure sin querer dar información de más.

— Seré prudente. Incluso si no es así, no permitiré que mi hijo deje ir a esta gran mujer. Primero lo mato.

Rei nerviosa viendo en el patio, un pequeño lago con cisnes.

— Supongo que el tema de Taehyung...

— Lady Yan, no sea tan lista. Llevarlo no será mas fácil solo porque me acaba de dar la mejor noticia en mi vida.

Ni siquiera su embarazo ni el nacimiento de su hijo habían podido arrancarle una sonrisa. Taehyung me encontró ahí viendo los cisnes nadando y con un rostro congelado en la poca nieve que caía a esta hora.

Los dragones son seres de creencias y la deidad de la montaña fue la que permitió que sobrevivieran en esta isla. Sobre todo los de linaje ancestral le debían hasta la vida.

— Tae, trae mis cosas.

— ¿Irnos? — preguntó esperanzado.

— Acabemos de asentarnos aquí.

Un guardia bastante amable nos guio por los pasillos hasta la habitación real. La puerta doble era de roble y estaba caliente al tacto.

Toque dos veces y nadie atendió.

— Yoongi, soy yo, Iseul. — me iba a ignorar olímpicamente así que lo pensé mejor. — soy mujer y entiendo de estas cosas... no te preocupes.

— No insinúes cosas que no han pasado.

Yoongi solo lo abrió un poco dejando ver mitad de su rostro. Ojos pequeños y nariz redondeada.

Labios en una fina línea.

— Yoongi hyung, entrenar juntos. Armas y espadas. — Taehyung colocó su barbilla en mi hombro y me abrazó por la cintura.

Era su forma de decirme que confiaba mi seguridad a mí misma.

— No tardes.

— No lo haré, solo tengan cuidado. No seas tan duro con Taehyung... quisiera llevarlo en un solo cuerpo al otro lado.

Cerró la puerta en mi cara, seguro despidiéndose de Baerin y luego salió sigilosamente. Taehyung lo llenaba de preguntas y este solo contenía sus ganas de callarlo con un golpe. Yo entre a la estancia sonriendo y Baerin me devolvió el gesto desde el ventanal que daba al jardín trasero.

— Unnie, ¿cómo se siente?

— Mucho mejor.

— ¿Puedo hacerle un examen físico? Es de rutina... — ofrecí balanceándome sobre mis pies.

— No creo que sea necesario, soy un autómata.

— Eso lo sé, pero también sé que eso no le asegura una vida llena de salud.

𝕮𝖗𝖚𝖘𝖍 εїз KTH⁴Where stories live. Discover now