74

55 6 1
                                    

Thomas.

Al parecer Mónica no había tenido suficiente, cuando alertó a Rossalie de mi plan y huyeron antes de poder tenerla conmigo. Después de tener a Rossalie unos días sola me encargue de traer a Mónica conmigo cuando mis hombres la encontraron saliendo de una departamento cerca del centro de Florencia, no puso resistencia y parecía estar feliz de su encuentro conmigo.

Pero las cosas tomaron un rumbo diferente y haya sido o no su culpa, lo pagaría. Cuando puso un pie dentro de la casa la bofetee varias veces para que entendiera lo principal del plan, ROSSALIE.

-Eres una perra traicionera, es claro que fuiste tú.

-No se de que hablas, yo no le dije nada, te lo puedo jurar.

-Espero que realmente digas la verdad, porque tus padres siguen siendo vigilados.

-No te mentiría, no tendría porqué ayudar a esa zorra cuando tiene lo que yo siempre he querido.

Eso no fue suficiente para mí y la lleve con Rossalie, las dejaría encerradas y sin alimento el tiempo que sea necesario para que me rueguen por comida.

Los días pasaron y no había ni una sola señal de que Dean buscará a su nena, hasta que uno de mis hombres me informo de un hombre llamado Maksim, quien quiere a Rossalie para hacerle pagar a Dean la muerte de su padre. Por un momento pensé en negarme y completar todo por mi parte, pero siendo sincero, teniendo q ese hombre de mi lado, el maldito pagaría por todo lo que ha hecho.

Mis hombres subieron por las dos mujeres y las metieron a la camioneta después de hacerles saber lo que pasaría.
Rossalie no dijo nada, sus ojos se cristalizaron más y Mónica comenzó a llorar, hijas de puta.
Nuestro proximo destino era cerca de los Angeles, un barrio bajo para no levantar sospechas y poder llevar el plan acabo.

El viaje fue más largo de lo que pensé y al llegar, Maksim recibio con una sonrisa a Rossalie, quien le negó todo, hasta una mirada y las llevaron dentro.

-No tomaste una mala decisión, en cuanto Dean se entere de esto se volverá loco y vendrá por ella, ahí será nuestro momento.

-¿Que pasará con ellas?.

-Está claro que nos divertiremos un poco, nada fuera del otro mundo.

Sus intenciones eran las mismas que las mías, disfrutar de ambas, a nuestra conveniencia.

*

Pasaron dos días y la noticia que Rossalie ya se encontraba en manos de Maksim recorrió todo el mundo y llegó a oídos de Dean, quien se volvió loco y quiso intentar buscarla por debajo de las piedras, pero había una sola condición. Si intentaba hacer algo estupido encontra de cualquiera una de las dos mujeres moriría y no se sabría quien.

Claro está que la vida de Rossalie es muchísimo más importante que la de Mónica, pero jugar con sus mentes siempre es satisfactorio.

Entre las dos mujeres se negaban hablar, a comer e incluso a cooperar y varias veces durante los dos días habían sido golpeadas y amarradas. El aspecto de las dos era triste, con la ropa gastada, la cara sucia con sangre, pero no entendían que si no cooperaban, nosotros menos con ellas.

Todo iba normal hasta que Maksim preparo una reunión con Dean y parte de sus hombres. El cabrón quería pruebas de que estuviera viva y era claro que pruebas tendría.

La noche llegó y todo estaba listo para recibirlo, no tardó mucho en aparecer con todos sus hombres y fue el primero en bajar.

-Buenas noches mi querido y estimado Dean. Me da gusto volver a verte.

-¿Donde está ella?.

-Tu mujer está con Mónica, ellas está bien. Hablemos, después la podrás ver.

Dean entro tras nosotros, podía sentir su mirada en mi nuca, por fin sabría lo que es perder lo que más ama.

Entramos al comedor de la casa, Maksim y yo tomamos asiento en la cabeza, mientras que Dean, Milar y Butel lo hacían del otro lado.
Ningún de ellos hablo, sus miradas estaban fijas en nosotros.

-¿Seguirán con su teatro?, Quiero ver a Rossalie.

-Tranquilo, no tardan en bajar.

Los minutos pasaron y se escuchó la madera crujir, Rossalie venía bajando las escaleras en compañía de Mónica. Las dos lucían un vestido blanco, se veían realmente hermosas.
Los hombres las trajeron a nosotros y tomaron asiento en la mesa, Dean no despegó sus ojos de Rossalie, quien tenía moretones en todo el cuerpo y sus muñecas lastimadas por los amarres.
Ella comenzo a llorar en cuanto lo vio, maldito.

-¿Qué mierda le hicieron?.

-Controla tu tono de voz, tu mujer ahora me pertenece.

-Rossalie no me pertenece a nadie más que a ella misma. ¿Que quieren a cambio?.

-No queremos nada a cambio, no hay cambios en esto. Verás morir a la mujer que amas.

No contuve mis palabras y fui claro, por más que intentará estar con ella, él no dejaría de buscarla y ella no dejaría de amarlo.

-No se te ocurra ponerle una mano encima, porque te mueres.

La discusión subió de nivel cuando Dean me apunto a la cabeza con su arma. Ninguno de los hombres se quedaron quietos y sus armas iban en contra de los otros. Rossalie palidecio y calló al piso dejando un estruendo bastante grande en el comedor, la copa que sostenía cayó al piso junto con ella y Dean corrió a tomarla en brazos.

-Sueltala, ella es de nosotros.

-Estas enfermo Thomas, Rossalie no es de nadie. Y más te vale que no te acerques, no voy a dudar en matarte.

La llevo junto a él, su rostro cambio y la paz reino en el por unos momentos, hasta que logré dispararle en el brazo.

-Te dije que la soltarás.

-Y a ti te dije que no intentarás nada, porque acabarias muerto.

Su arma dio directo en mi pierna y caí de rodillas a un lado de Maksim, su rostro no tenía expresión alguna. Aventó a Mónica hacia él.

-Ahora las tienes pero no dudes en que algún día iré por ella y no la tendrás de vuelta.

-No te tengo miedo Maksim y lo sabes, destrozaría el mundo por ella, así que no juegues con fuego que te puedes quemar.

Todos salieron por la puerta principal y nos dejaron solos en el comedor.

-¿Porqué dejaste que se las llevara?, Ese no era el plan!

-Tranquilo, siempre tengo un az bajo la manga, no falta mucho para que ella termine muerta.

Paris In The RainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora