38 - Yo era suyo y ella era mía.

3.3K 104 14
                                    

Can

No podía dejar de tocarla, besarla y estrecharla entre mis brazos.
Inhalé su aroma, nuestro aroma, desde el pliegue de su cuello y por fin me sentí en casa.

Yo era suyo y ella era mía.

Así debería haber sido desde el principio y así sería por el resto de nuestros días.

La giré hacia la casa abrazándola por detrás y le dije.

- Empezaré las obras de restauración lo antes posible, estoy deseando venir a vivir aquí con mi familia, todo parece un sueño del que temo despertar en cualquier momento. Bésame Sanem, abrázame fuerte, dime que serás mía para siempre-

Se dio la vuelta, me acarició suavemente la mejilla y me susurró al oído.

- Todo es verdad, somos nosotros, estamos juntos.
El destino nos dio otra oportunidad, fue el destino que nos encontráramos en la oscuridad de ese túnel y fue el destino que me encontraras en ese muelle después de un año.
Estamos destinados a estar juntos -

Me abrazó con fuerza apoyando su mejilla en mi pecho, mi corazón latía desbocado por la alegría y la incredulidad de tenerla de nuevo entre mis brazos.
Se quedaría allí para siempre, donde debía estar.

Sanem

Había vuelto a encontrar mi lugar en el camino, que era exactamente donde quería estar, agarrado a las alas de mi albatros.
Sentir el fuerte latido de su corazón bajo mi mejilla fue, para mí, haber llegado a casa.

Todavía no podía creer que hubiera pasado, no tenía ninguna esperanza de volver a verlo después de todo ese tiempo, no creía que fuera posible soñar con una vida juntos de nuevo.

Se soltó del abrazo para sacar el teléfono del bolsillo, tanteó con él unos instantes y dijo:
- Esta canción es para ti, escucha atentamente las palabras, cada una de ellas es una promesa mía para ti, te prometo todo esto y mucho más -

Puso en marcha la música y me tomó en sus brazos bailando conmigo.

No había necesidad de palabras.

Yo era suya y él era mío.

Un amor que renace de las cenizasWhere stories live. Discover now