—Primero debéis tener que firmar el juramento y con gusto cumpliré cada una de tus fantasías—propone Damian Deutsch mientras espera con ansías que responda a su petición.

—¿Qué tan estúpida creéis que soy para caer otra vez en tus mentiras?—cuestiono al borde del colapso—Prefiero morir que entregarme por completo a vos.

—No importa cuantos tenga que asesinar para lograr que aceptes tu destino—amenaza el peor de los demonios—Comenzaré por tu padre y así hasta que no hayan más opciones.

—Ponedle un dedo encima pero te advierto que todo lo que le hagáis también lo sufrirá tu hijo—exclamo captando por completo la atención de los demonios—Si queréis jugar adelante, al final sois vosotros los que lamentarán más.

—Entonces ¿Qué propones, ángel?—interviene Gael Gottsched intentando conciliar un punto medio.

—Cuando está cosa nazca, me dejaréis libre al igual que a mi padre—demando con autoridad—Ni siquiera impedirás que nos larguemos del pueblo, olvidaráis nuestra existencia, como si nunca hubiese pisado suelo alemán.

—Tenéis mi palabra—la voz de Damian Deutsch suena grave pero senera.

—Lastimosamente no significa nada para mí—respondo con cinismo—Gael trae el diario y escribe lo que voy a dictarte sin equivocarte.

Inmediatamente el demonio obedece, deposita el libro en frente de nosotros, la pluma negra está en posición, es hora de dejar todo especificado en aquellas páginas malditas.

—Cuando llegue la fecha adecuada, Miykal Lawler dará a luz al primogénito de Damian Deutsch, cumpliendo así el pacto firmado—suspiró intentando encontrar las palabras adecuadas—Luego se le otorgará libertad tanto a ella como a su padre y nadie se interpondrá ni quebrantará lo que se ha jurado hoy 31 de octubre del 2021.

A continuación firmó el diario de mi madre, acto seguido los demonios que han sido testigos realizan el mismo patrón hasta que es el turno del rey del inframundo sellar para siempre el juramento.

—Siempre serás mía—afirma con seguridad firmando la escritura demoníaca.

—¿Todo fue un completo engaño, verdad?—cuestiono mientras observó aquellos ojos negros hipnotizantes pero prohibidos—Cada palabra, cada gesto—una lágrima surge al recordar lo ingenua que fui—Que bien te han salido las mentiras cautivadoras carentes de piedad.

Antes de que pueda responderme, Novak Niemman estalla en risas al igual que los demás. Se acerca a donde estoy y limpia con delicadeza aquella gota de agua que se ha desbordado por mi mejilla izquierda. Luego me sujeta fuertemente el brazo derecho, intento reprimir el dolor sin embargo es inútil ya que ha presionado la raíz de una de las heridas. Al no escuchar súplicas de que se detenga, decide empujarme hacia donde está Damian Deutsch ocasionando que este reaccione inmediatamente, después de todo si yo caigo su hijo también lo hará, si yo muero, su reinado acabará.

—Cariño, no te des tanta importancia, fuiste un capricho nada más—afirma con seguridad el novato—Ningún sentimiento se involucró, solo el deseo y la perdición.

—Sucumbiste ante ideas y promesas vacías, preciosa—la voz de Edmon Eichmann tan perversa y misteriosa.

—Un paraíso que jamás llegaré a tocar—susurro intentando no desplomarme por la cruel realidad—¿Por qué me habéis elegido?

—Tu madre tenía una deuda—comienza a explicar Azriel Aller mientras camina alrededor de nosotros—Un alma debía ser entregada al infierno, alguien que tuviese inocencia pero al mismo tiempo experimentará la satisfacción de asesinar.

—La pureza y vileza, coexistiendo en un solo cuerpo—Gael Gottsched interviene sin autorización—Ella creyó que suicidándose te salvaría cuando en realidad ocasionó el efecto contrario.

—Te trataron como si estuvieses loca, hasta pensaban volverte a enviar al lugar de los retrasados—afirma Novak Niemman mientras se lleva ambas manos a la cara en señal de que ha cometido un importunio—Disculpadme, la palabra manicomio no hace parte de mi increíble vocabulario.

—¿Por qué? Si hasta creo que sería el destino perfecto para vos—respondo con ironía—Una camisa de fuerza, personal que te drogue día y noche—suspiro como si estuviese hablando en serio—Te vendría de maravilla, capullo.

—¿No es encantadora?—cuestiona el novato a sus amigos mientras me sujeta de la mandíbula—Sigue así y lo lamentaras.

—¿En donde nos quedamos?—la voz de Rowan Rohde suena intentando retomar el hilo de tan tétrica conversación—Ya he recordado—chasquea los dedos en señal de satisfacción—Mi querida y seductora Miykal, al principio nos complicasteis bastante las cosas ya que debíamos despertar el lado oscuro de tu corazón—afirma con seguridad—Primero: Depravación.

—¿El suicidio de tu madre? Pues fue obre de Dam— Gael Gottsched comienza hablar mientras me observa detalladamente—Ninguno de nosotros lo sabíamos, pensábamos que serias solo una presa normal hasta que nos enteramos de la fascinante conexión, la hija de Theresa Thompson estaba aquí para saldar la deuda infernal.

—Segundo: la ejecución—contesta Novak Niemman depositando un beso en mi frente—Lo hicisteis de puta madre, cariño.

—Por último pero el acto más despiadado de todos—sonríe orgulloso y emocionado Edmon Eichmann—La traición.

—No es cierto—respondo ofendida por las palabras que ha dicho—Jamás lo hice.

—¿Estáis segura, pequeña?—cuestiona Damian Deutsch mientras me sujeta fuertemente de la cintura—Abandonaste a la única persona que estuvo dispuesta a dar su propia vida a cambio de tu libertad.

—Erik—susurro débilmente al recordar su muerte.

—Unas cuantas palabras y decidiste huir dejando agonizada aquella pobre alma desamparada—afirma Azriel Aller mientras inyecta una sustancia bastante fuerte en mi cuerpo.

—Volví por él—es lo único que logró gesticular antes de caer en el sueño letal.

—Pero ya era demasiado tarde—responde Damian Deutsch depositando un casto y simple beso en mis labios—Es hora de volver a casa.

N/A

Cada uno de los demonios se sube a sus respectivos automóviles, gritan de felicidad al ver como el plan se ha cumplido con éxito. Al llegar a la mansión, la música retumba como himno de celebración, orgias se evidencian en cada pasillo, la euforia está en su máximo punto. Novak Niemman escoge a dos rubias y las dirige hacia una de las habitaciones. Edmon Eichmann bebe del ponche rojo cuyo ingrediente principal se basa en la sangre de las respectivas víctimas. Gael Gottsched empieza a caminar hacia el ático  para despojarse de todos los cargos de consciencia mientras que Azriel Aller abre las puertas del Infierno con el objetivo de que su líder deposite a la reina de las tinieblas en aquel calabozo majestuoso pero tormentoso.

—Gracias mi fiel lacayo—agradece amablemente el peor de los demonios—Únete a tus hermanos, pronto estaré con vosotros.

Azriel Aller obedece sin cuestionar, en seguida camina por los pasillos ignorando los gritos de las almas condenadas hasta llegar a las puertas de oro. Damian Deutsch empieza a desvestir a su amada lentamente, quiere una vez más admirar la belleza y la discordia que el cuerpo de Miykal Lawler desborda. Luego lava con cuidado todo rastro rastro de suciedad, pasa su mano izquierda por el vientre e inmediatamente siente como su hijo brinca de felicidad ante su tacto. Coloca la nueva sabana de seda sobre el cuerpo de su pequeña y a continuación deposita un beso delicado, en señal de adoración y posesión.

—Preguntasteis si algún momento de lo que vivimos fue real—susurra la criatura infernal mientras observa con admiración su obra de arte—Cada latido de mi muerto corazón debería darte la respuesta.

MI SANGRE EN SUS MANOSΌπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα