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Nota: Les sugiero que relean el epílogo de la novela de Grafton para que se pongan un poco más en contexto.

América

—Justo el hombre que quería ver.—Damien se acercó a Grafton aprovechando que todos estaban ocupados con su regreso a Londres. La boda de su hermana había sido un rotundo éxito.—Ayer en la noche mientras hablábamos se me olvidó decirte algo.

—¿Acaso ha llegado el momento de las felicitaciones?—pregunto en tono sarcástico.

—Entiendo porqué has mantenido oculta esta información.

—Ilumíname.—Adrien bebió un trago de su whisky recordándose a sí mismo que Bleiston era el hermano de su mujer y que no podía deshacerse de él por mucho que lo deseara.

—Por Devonshire y Ruthland.—contestó apoyándose en la pared.—Una vez que esto salga a la luz la sociedad recordará el pasado de esa familia y el porqué los marqueses fueron tan odiados en su momento. ¿Qué crees que sucederá después?

—Es evidente que repudiarán a los Murgot.—Grafton jugueteó con su vaso de whisky.—No obstante el que estemos teniendo esta conversación significa que aún no tienes las pruebas suficientes para exponerlos.

—Es solo cuestión de tiempo y lo sabes.

—Dudo mucho que hundir a esa familia en el fango te haga sentir mejor.—replicó sin hacer ningún esfuerzo por ocultar su fastidio.

—Aprecio tu interés, pero no he venido por una amonestación.

—Tampoco pensaba extenderme mucho.

Grafton le entregó un sobre.

—¿Qué es?

—Cuando regreses a Londres entregale esto a Cárter, él sabrá que hacer.—Damien arqueó una ceja y Adrien continuó.—Hay un hombre importante en Bow Street que me debe un par de favores, eso es todo.

—Parece ser que por fin hablamos el mismo idioma.

Adrien acabó de beber el líquido ambarino.

—No sé que contengan esos archivos, ni me interesan, pero quiero que te quede claro que esta será la última vez que obtendrás algo de mí.

Bleiston se digno en mostrar un poco de arrepentimiento, aunque era más una fachada que otra cosa.

—Pensé que te gustaban este tipo de intercambios, tu mayor fortaleza siempre ha sido negociar por información.

—No negocio con las vidas de las personas que me importan.—la mirada de Grafton se clavó en él.—Te estoy entregando lo que quieres a cambio de que seas discreto con tu investigación.

—Prometo mantener a tus amigos y a sus familias al margen de todo esto.—guardó el sobre en su levita.

—No esperaba menos.—Adrien esbozó una sonrisa cargada de ironía.—Con suerte tus esfuerzos darán frutos o sino lo único que habrás obtenido son muchos enemigos.

—Soy más cuidadoso de lo que piensas, Grafton.

—Ya veremos.—el marqués se alejó de él.—A diferencia mía los Lancaster se lo tomarán personal cuando se enteren de tus planes contra la familia de la duquesa.

—¿Eso es lo que crees?—Damien lo miró pensativo.—James Lancaster y sus familiares siempre han repudiado a los marqueses, Lady Crisol tampoco los tiene en estima. Nadie los defendería a excepción de sus hijos y los duques de York, aunque eso último está por verse.

Damien se marchó con una sonrisa dibujada en su rostro.

—Parece ser que ustedes dos se llevan bien.—Eliana se acercó a su esposo aprovechando que estaba distraído y depositó un beso en su mejilla.

Buscando Tu PerdónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora