3

89 6 0
                                    

- Callate, solo estoy haciéndote un maldito favor

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


- Callate, solo estoy haciéndote un maldito favor. -

- Me lastimas- se quejo ya enojada.

- No te equivoques yo no te lastime fue B quien lo hizo. El es quien se encaprichó contigo - La dejo ir ya enojado.

- Eres tan poco hombre como él.- Le gritó.

- Que tengas lo que  desea mi hermano no es mi culpa, es tuya. Siempre estabas revoloteando como una mariposita en la casa. Hay tienes las consecuencias.- Comenzó a quitarse la ropa lo cual la exalto más. Lo que le hizo girar los ojos ya enojado.

Los ojos verde oscuro le aterraron al verlo resoplar enojado. No dijo ni media palabra cuando lo miro colocarse de pie con la camiseta entre abierta salió corriendo al baño tomo la cerradura apresuradamente para cerar la puerta.

Sebatian ya cansado de aquella estupidez coloco el pie impidiendo cerrar la puerta. Abrió de un empujón enviando a la chica al suelo. La escucho sollozar fuerte mientras temblaba. - No tengo tiempo para esto.- La tomó del brazo y la tirro dentro de la ducha bajo el agua fría. Tomó gel de baño y una esponja. - Toma me chillan los oído de oír tus lloros ya calmate.-

- No sabes nada. Por mi que te chillen toda la vida.- hipo mientras temblaba debajo del agua fría.

Enojado tomó la esponja y la estrujo por toda la piel de ella mientras chillaba enojada. Al terminar tirro una toalla sobre su cabeza. Expiando la poca bondad que tenía se alejo no sin antes quitar el brazalete. Se fue a la cama tranquilo y después de un largo bostezo se quedo dormido.

Al día siguiente se levanto por la repentina luz del sol sobre su cara. - Señor su desayuno esta aquí.- Helena cierra las malditas cortina- hablo enojado por el repentino despetar. - Señor su madre desea saber por que Hayley esta con usted y no con su hermano. Llevo las manos a su ojos con pesades. - Dile a mi madre que le pregunté a su hijo más querido.- Solo bastó una mirada feroz de el para que la vieja saliera despavorida de allí.

Se levantó para estirar su cuerpo bien formado y atlético. Tomó una ducha y salió en toalla pensando en su querida Alondra. La vería ese mañana y luego la empotraria contra la pared. Se mordió los labios saboreando el momento próximo.  Hasta que sus ojos se detuvieron en Hayley sentada en el sillón más lejano de la habitación mirándolo con aquella mirada oscura que lo taladraba con odio.

-  Por qué estás en mi habitación aún?- Le pregunto con una nueva cara de fastidio. A lo que luego se rió divertido -!Ya se! Esperas a  B? - Logro ver cómo Hayley se embarillaba de pie subiendo el mentón y caminando hasta el.

- Déjame ir a casa.- pidió de forma cortez conteniendo toda la tormenta de emociones que había dentro de ella.

- !Lárgate! Que no ves que le a puerta está a tú izquierda.- Se giró tomando la ropa de su armario. Se dió vuelta y vio que ella había dado la espalda por lo que río y comenzó a ponerce la ropa.

- No me han dejado ir. He intentado salir de esta repulsiva habitación toda la noche. - Sólo con voz ácida reprimiendo las ganas de decirle y gritarle.

- No tengo nada que ver con eso. Sal de aquí antes de que llame a B para que termine lo que empezó. - Se giró esta vez mirándola con asco a la cara.

Reprimió lás ganas de llorar de ser tratada de aquella forma. Quería matarle mientras dormía. Pero no había tenido el valor ni las herramientas necesarias. - Me iré solo da tu permiso a los guardias.-

Este se apresuró a tomar el botón y hablar: " Dejen a salir a la ramera." Dejo de pinchar el botón. !Listo adiós! Se sentó sobre la cama para ponerse los zapatos.

Salió de la habitación tan rápido como un rayo. Bajo las escaleras aún con la sábana apretada sobre su cuerpo y sin zapatos. Los guardias no le impidieron su salida ella empujó la entrada principal y salió corriendo por el camino de adoquines rojos. Algunas lágrimas escaparon de sus ojos. De impotencia de frustración. Cuando llegó al portón grande las puertas estubieron abiertas para ella. Respiro aliviada y salió de allí tomó un taxi y fue a casa. Su madre ni mucho menos Sussan estaban allí. Así que tomo una ducha y se echó a llorar a su cama. Pero la rabia y la impotencia no la dejaron dormir y mucho menos el asalto de la noche anterior.








Hola!

¿Como están?

¿Que les parece la historia?


Mañana actualizare el siguiente capítulo.

Les leo....

Les leo

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Hazme Lo Que QuierasWhere stories live. Discover now