DIEZ

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Elias.

me estaban picando las manos por decir algo, pero no sabía que, tampoco me iba a disculpar de nuevo porque ya me dejó bien claro que no me iba a perdonar.

estaba más que avergonzado, sin embargo, ¿Qué iba a saber yo que reaccionaría así? pateé una piedra, el hecho que fuerámos a mi casa tampoco ayudaba, menos que ella estuviera tiritando por el frío porque olvido su polerón, yo ni cagando le ofrecía el mío.

de pronto me comenzó a picar el bicho de la culpabilidad.

carraspeé mi garganta y desabroché mi polerón con el dolor de mi alma y me lo saqué lentamente, sus ojos cafés estaban fijos en mis brazos observando con atención mis movimientos, se lo extendí, levantó su mentón y nuestros ojos se cruzaron.

creo que nunca la había observado con atención, tenía unas ojeras muy notorias y ojos almendrados, su nariz respingada y chiquitita, además de labios gruesos, creo que si la hubiese visto de lejos fijo la haría mi apé, pero lastimosamente la conocí de la peor manera.

––Si esperai un gracias, no va a llegar.––murmuró colocándoselo, reí.

al menos volvió a ser ella, admito que me dio miedo de que algo cambiara en ella, pero seguía siendo la Abigail antipática que conocí.

––Me lo imaginaba.––metí mis manos a los bolsillos.––¿Estay bien?

oí que bufó y eso me hizo sonreír un poco.––He estado mejor.

subió el cierre y se puso el gorro del polerón, se le corrio un poco la chasquilla y se le vió la frente, me contuve a decirle "frentona" porque claramente no era el momento para molestarla.

mirandola más de cerca noté que tiene el corte de Lord Farquaad, me reí internamente. Otro día la molestaré con eso.

entramos por un pasaje, comencé a tararear una canción que se me vino a la mente, ella me miró con una ceja alzada.

––¿I'm not okay I promise?––preguntó deteniéndose, la imité sorprendido.

no creí que ella tuviera una faceta emo.

––Well if you wanted honesty...––cante agravando mi voz, ella frunció los labios.

––No arruines la canción.––negó con la cabeza tapándose los oídos.

––No pensé que escucharai My Chemical Romance.––ella se encogió de hombros.

––Me gustan algunas...––se vió interrumpida por los ladridos de un perro, saltó y me agarró el brazo.––conchetumare.

me quejé por su fuerte agarré, tiró de mí para irnos rápido cuando los otros perros del pasaje, que era angosto, ladraron también, salimos casi corriendo.

––¿Te dan miedo los perros?––le pregunté cuando estábamos ya afuera, aún ladraban y ella seguía agarrada de mi muñeca.

––los odio.

––¿Qué no odiai entonces? Desde que te conozco te escucho quejarte todo el tiempo.––ella soltó mi brazo y me miró feo.

––No puedo evitarlo, supongo... Pero los perros los odio, no puedo ni estar cerca de ellos.––negó con su cabeza y soltó mi muñeca.

––¿Ninguno?––alcé ambas cejas, sorprendido de nuevo.

negó con la cabeza, nos paramos frente a la reja de la casa y la abrí, dejé que ella pasara primero y luego yo, al entrar un olor a pan tostado nos recibió.

––¡Nona llegamos!––salió de la cocina con el delantal que usa todos los días lleno de harina, traía su pelo teñido café en un tomate alto, apenas nos vio, me ignoro completamente e inspeccionó a la pelinegra.

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