Sinopsis.

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La vida de Park Jimin era perfecta, o por lo menos eso creía. Era rico, era un estúpido y mimado niño rico. Lo tenía todo. Pero siempre faltaba algo, algo que lo hiciese sentir, que de alguna u otra manera estaba vivo.

Con tan solo trece años descubrió aquello que iba hacer sentirle algo. Claro que no lo descubrió de la mejor forma, mucho menos de alguien que conocía, si no de un completo extraño. Aquel joven que le salvó la vida, literalmente, y que al mismo tiempo inconscientemente, le enseño que para estar vivo se necesita estar al borde de la muerte y sentirla pisandole los talones. O por lo menos así lo entiendo el.

Si quería sentirse vivo, tenía que tentar a la muerte.

Años después, en todos los noticieros, y en cada esquina de Busán estaba tapizada la cara de un muchacho de pelo rosa, de aspecto inocente y sonrisa cínica.

Mientras que en el bajo mundo, la que se había vuelto la mafia más influyente de todo Corea del Sur, celebraba la caída de la antigua  mafia más poderosa, a manos del chico de pelo rosa, alías, Kitty.

Ahora Kitty era idolatrado por muchos.

Muchos otros quería ver muerto a Kitty.

Y Kitty nunca antes se había sentido tan vivo.

Sintiendo la adrenalina a cada momento. Sabiendo que, al salir a la calle, en cualquier lugar, e incluso mientras dormía, la muerte tocaría a su puerta, y el, la iba a recibir y saludar como una vieja amiga, después de todo, ya había perdido la cuenta de cuántas veces habían jugado juntos.

Porque a Kitty, le encanta jugar con ella.

Calm, Kitty. (Diki)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora