Capítulo 59: Revelando al monstruo.

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Quién diría que un chico como él, qué aparenta ser baterista de alguna banda de rock, resulta ser más poderoso que Amy o cualquiera.

-¡Waoh! Es asombroso...

-Ponte en posición de defensa -me ordenó.

-Oye, jamás he salido del país y ahora estoy en Escocia ¿No podrías dejarme disfrutar del paisaje por un instante? -me crucé de brazos.

Cyrus me miraba como si yo fuese la molestia más grande de su vida.

-No.

Y volvió a arrojarme un pedazo de corteza que traía en sus mano, volviendo a pegarme en la cabeza.

-¡Ay! ¡¿Cómo haces eso?!

-Práctica, la misma que te falta a ti -me señaló con el pesado de madera que le sobraba -¿Acaso crees que con ese nivel de poder podrás realizar un escudo?

-¡Pues lo hice cuando Elizabeth atacó!

El viento soplaba tan fuerte que me zumbaban los oídos.

-¿Y como resultó eso? -exclamó con sarcasmo -¡Ah sí! Muerta, te moriste porque eres una inútil que no puede hacer un escudo decente ni para salvar tu propia vida.

-¡Oye, lo intento! -grité.

-Pues inténtalo más.

Y me arrojó el último pedazo de corteza, extendí ambas manos hacia él, soltando un grito de enojo y la madera se clavó contra un escudo de color esmeralda transparente.

Me reí al ver que esta vez me salió mucho más rápido que las otras veces en las que entrenamos juntos.

-¡Lo logré! ¡¿Viste eso?! -el escudo desapareció y corrí a tomar la corteza entre mis manos -Y tú dijiste que era una inútil.

Cyrus vino hasta mí, realmente cerca, tomó la corteza de entre mis manos y levanté la mirada justo a tiempo para encontrarme con su mirada de superioridad.

-Patético.

Me reí sin comprender.

-¿De qué hablas? ¡Lo hice bien! -tomé la corteza de sus manos y la arrojé con molestia al suelo -¡Esta vez no atravesó el estúpido escudo!

-¿Estás segura de eso? -me agarró por el codo derecho con fuerza haciendo que le preste atención a mi brazo y note la sangre deslizándose por una herida en mi hombro. -Si lo hubiese arrojado más a la izquierda podía haberte atravesado el corazón, así de bueno es tu escudo.

Me solté de su agarre enojada y lo empuje con ambas manos por el pecho.

-¡Hago lo que puedo!

-No es suficiente, es ridículo. -su voz era profunda y varonil pero con aquel semblante serio daba bastante miedo a veces.

-¡Ya lo sé! ¡No tienes porqué estar recordándomelo a cada rato!

Cyrus se alejó de mí para tomar su chaqueta que había dejado a un lado durante el entrenamiento.

-¿Te molesta que te diga la verdad?

-¡Me molesta que seas tan cruel! -no iba a dejar que siga hablándome con ese tono sarcástico.

Fui hacia él avanzado en pasos grandes para no atorarme en los huecos de la tierra.

-Siempre estás diciéndome cuan inútil soy y que ya debería estar muerta ¡Pero nunca me felicitas por lo que hice bien!

-¿Recibir un corte en el brazo es aplaudible? -preguntó sin voltear a verme mientras se colocaba su chaqueta.

-No, sé que no -miré el césped a mi alrededor -Pero aún así no es justo que seas así ¡No fui yo quien pidió ser un escudo! ¡Fue Diana quién me eligió!

Aiden.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora