17. Quand un oiseau chante [2/2]

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[La canción del capítulo es: Ceux qui s'aiment de Pomme. Por favor, oírla y leer cuando sea el momento]

¿Cómo podía invitar a Draco al baile sin parecer desesperado?

Y puede que estuviese demasiado entusiasmado con la idea, pero también preocupado, ¿Qué agua le daban a Draco en las vacaciones como para que su apariencia mejorara más? Les propuestas parecían lloverle, no era misterio alguno, incluso habían llegado rumores a sus oídos donde aseguraban que el rubio había negado todas y cada una de las invitaciones para ir al baile, ¿Qué oportunidad tenía él entonces? Ninguna, las esperanzas perdidas en un millón de probabilidades, y Draco parecía orgulloso de sentirse tan deseado, aunque en ninguna de sus reuniones espontáneas lo había mencionado. Claro que habían continuado con sus encuentros, almorzando, estudiando, pasando tiempo juntos como buenos compañeros y nada más.

Los amigos de cada uno eran otra historia: En Slytherin, Theodore Nott parecía regodearse con su apariencia y las propuestas, siendo continuamente reprendido por el bastón nuevo de Pansy que ya había anunciado su inasistencia al baile, Blaise se encontraba expectante; esperando por algo bueno sin rendirse. En Gryffindor, Ron se encontraba desesperado en un sentido diferente al de Harry, ¡No sabía a quién invitar! Y nadie lo invitaba enserio tampoco, ¿Qué podía hacer en dichas condiciones? El hecho de que sus dos amigos tampoco tuviesen pareja lo mantenía, momentáneamente, tranquilo, pero sabía que no tardaría en llegar la tormenta. Hermione recibía propuestas todos los días, no en exceso, pero recibía y de gran valor, ¿Su respuesta? No llegaba para nadie, aún pensaba en el mejor candidato.

— ¿Con quién irán al baile? —preguntó Harry un día a sus dos amigos, repentinamente, a sabiendas ya de la situación que tenían los tres.

— No tengo idea... —respondió Ron afligido, casi en un susurro lamentado.

— Yo creo que ya me he decidido —anunció Hermione levantándose de la mesa, abandonando el comedor con rapidez.

— ¿Es enserio? —Harry suspiró y se dejó caer en la mesa, pensó un momento y volvió a levantarse—. bien, lo intentaré de una vez.

— ¿Qué? —exclamó Ron algo asustado al ver como su mejor amigo se levantaba también—. ¡¿Vas a dejarme solo?!

— ¡Ya te las arreglarás!

Harry corrió por los pasillos completamente decidido a dar el primer paso, ¿Cómo? No tenía idea, pero era experto en tener que armarse de valor, ¿Miedo al rechazo? Por supuesto, pero él no intentarlo era, sin duda, mucho peor. Atravesó el cuadro cercano a la torre de astronomía, silbó un tui-tui que fue respondido por otro tui-tui. Encontró a Draco en el sofá rodeado de sus amigos, Pansy reprendiendo a Nott por su egocentrismo y Blaise traduciendo todo a señas entre risas. Malfoy le observó con una sonrisa, los demás parecían no notar su presencia por lo que aprovechó aquella invisibilidad: «tenemos que hablar sobre algo importante» señaló, el Slytherin se levantó y acercó a él, tomó la mano del muchacho y se alejó hasta una zona más privada.

Suspiró profundamente antes de utilizar sus manos para decir cualquier cosa, Draco observó confundido por el extraño actuar del león, pero esperó, y Harry realmente lo agradeció mentalmente. «¿Te gustaría ir al baile conmigo?» señaló con rapidez, tanto así que Draco rió antes de... Negar. Potter podía asegurar que sintió como la sangre dejaba su cuerpo antes de sentir la tristeza azotarle violentamente, Malfoy pareció notar que su negativa había causado un efecto realmente malo en el pelinegro, su rostro cambió radicalmente y se apresuró a reaccionar: «Lo siento, no voy a ir al baile, por eso no puedo ir contigo» señaló con lentitud, Harry le observó lleno de confusión, respondió: «¿Por qué no irás?» no es que se encontrara demasiado emocionado por el baile, pero todos estaban tan vueltos locos por encontrar pareja e ir, que terminó siendo arrastrado por todo ese rollo.

Cuando canta un pájaro | Harco Where stories live. Discover now