—Porque valdrán mucho dinero en el futuro, Bee—Contesta con obviedad, repitiendo la acción de la pelinegra tomando un pedazo de sushi—Esto está delicioso—Alaba y Brooklyn sonríe antes de tomar el vaso con limonada.
La adolescente espero a Kid como dos horas esperando que llegara, pero no lo hizo, cuando el timbre de su puerta finalmente había sonado, Brooklyn esperanzada la abrió; encontrándose a Piper, con su Perabook y una extraña pero emocionada sonrisa de oreja a oreja en sus labios.
De hecho, la visita de su amiga le había caído como anillo al dedo porque; la pelinegra ya había empezado a desilusionarse pensando que tal vez el rubio enmascarado se olvidó de ella.
—¡Si, eso es!—Exclamó Piper emocionada— ¡Tengo la última caja de muñecas ilegales fresno!—Brooklyn frunció el ceño pero no la cuestionó, sabía que Piper hacía ese tipo de cosas—¿Qué sucede contigo? Te ves deprimida, la antigua Brook se hubiese emocionado y dicho "También quiero muñecas ilegales"
—¿Conmigo?—Pregunta confundida y Piper levanta una de sus perfectas cejas con una mirada sería hacia su amiga, no sin antes cerrar su Perabook—¿Cómo van las cosas con Billy?
—Brooklyn—Empieza a decir riéndose antes de mirar a su amiga de forma comprensiva—Te amo, así que si harás esa cosa en la que hablamos de mi y finges que no hablamos sobre ti... no va a funcionar—Finaliza haciendo un ademán interesada, y Brooklyn ladea una sonrisa.
La amaba, fue la primera persona con la que habló a Swellview; aunque su relación haya empezado en una noche en prisión.
—Extraño a papá—Le dice, y no mentía, al menos no con eso.
Hace dos semanas que no veía en persona, y videollamadas no hacían justicia. Quería abrazarlo, después de todo; su papá era la única figura paterna presente en su vida desde pequeña.
Piper asiente y le abraza a su amiga comprendiendo lo mal que debía sentirse. Tal vez la pequeña rubia no lo demostraba pero, ella amaba a su familia, incluso al tonto de Jasper.
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—¿Y si me caigo?—Pregunta Brooklyn emocionada, pero con miedo por la venda en sus ojos, recordando el palpitar de su corazón cuando Kid Danger apareció en afuera de su ventana disculpándose por llegar antes.
Henry se sintió fatal, el tonto de Ray había hecho que Axel los encerrar en una especie de jaula para tiburones por cinco horas.
Después de eso, su jefe; como siempre, le restó interés a la cita de Henry, diciéndole "Habrán otras, mejor veamos la segunda temporada de Will & Grace"
El adulto –después de recibir regaños por parte de Charlotte– había dejado a los adolescentes –Kid y Brooklyn– en la cima de la del monte Swellview, donde yacía el gran letrero del pueblo y, –gracias a sus amigos–, Henry había preparado una sorpresa para la pelinegra.
